JEAN-GUY ALLARD – Tan grande es la confianza que reina entre
Federico Franco, el presidente golpista de Paraguay, y la Embajada de
Estados Unidos en este país que él llego a discutir de la oportunidad de
derrocar a su presidente, Fernando Lugo, ya en 2009. Lo revelaba meses
después un texto revelado por Wikileaks donde un funcionario de
inteligencia de la Embajada cuenta como Franco conversó del tema con el
diplomático.
El texto fechado del 6 de mayo de 2009 y redactado por un
miembro de la representación diplomática – leer CIA – y liberado más
tarde por la tropa del australiano Julian Assange, señala las
discrepancias observadas entre el presidente y su vicepresidente, y
precisa las intenciones de este último.
“Ciertamente, la división entre Lugo y Franco está creciendo.
Sin embargo, Franco dijo el embajador de 28 de abril que él no está
involucrado en algún plan para derrocar a Lugo y que su posición es
mantener la paciencia para apoyar las instituciones democráticas de
Paraguay”, dice textualmente el informe secreto.
Federico Franco pertenece al Partido Liberal Radical Auténtico
(PLRA – derecha), la “oposición” blanda permitida por el Partido
Colorado del dictador Alfredo Stroessner que mantuvo durante 35 años su
sanguinaria dictadura sobre Paraguay. La llegada de este médico liberal
derechista al poder al lado del popular ex obispo Lugo fue el resultado
de unas contorsiones políticas cuyos secretos domina la clase política
tradicional del país sudamericano.
Pero siempre a alguien se le escapa sus verdaderas orientaciones.
UN HOMENAJE “ESPONTANEO” AL “GENERAL” STROESSNER
Los archivos cuentan como el viernes 18 de Agosto de 2006, el
vice-presidente Franco asombró los presentes cuando, en el acto de
inauguración de la sede de la Gobernación de Central, en Areguá,
agradeció a Stroessner, entonces recientemente fallecido.
Al señalar que este departamento era “el único que no tenía
local propio”, dijo que “eso se lo debemos a Stroessner. Le agradezco al
general Stroessner porque Central no tenía delegación de gobierno”.
ABRAZADO POR LA “DIPLOMACIA” YANQUI
Las relaciones más que amistosas de Franco con la embajada de
Estados Unidos en Asunción demuestran hasta que punto el pulpo de la
diplomacia yanqui abrazaba de cerca este vicepresidente traidor que no
escondía su repugnancia por el “cura” que acompañaba a la dirección del
país.
Y de manera evidente discutía y compartía con los diplomáticos
yanquis agradecidos y complacidos las numerosas fricciones que surgían,
casi a diario entre él y su jefe.
Ya a su llegada a la vicepresidencia, el Departamento de Estado
le había puesto un interlocutor bien preparado para enfrentar una
coyuntura que no se había podido evitar. El embajador yanqui era
entonces James Cason, quién se había hecho famoso justo antes como jefe
de la Seccion de Intereses Norteamericano de La Habana, la estación CIA
que se pretende diplomática en La Habana, Cuba.
En Asunción, Cason se hacía el gracioso– hasta dándose en
espectáculo como intérprete amateur del folklor guaraní, lo que divertía
hasta Lugo. Pero no se limitaba a hacerse el payaso,
Cason, un socio de cada cabecilla de la mafia cubanoamericana,
se esmeró para provocar un número record de incidentes, confrontando las
autoridades revolucionarias del país.
La actual embajadora en Asunción, Liliana Ayalde,. llego por
su parte a maternizar a Federico para asegurar su integración con los
planes de los herederos de Stroessner, estos mismos que ocupan el
sistema parlamentario nacional, y se dedican a conspirar.
RECEPCIÓN CONSPIRATIVA EN LA EMBAJADA
Un incidente ilustra el tema.
En marzo del 2010, ell ministro de Defensa de Paraguay,
general retirado Luis Bareiro Spaini, fue llamado a comparecer ante la
Cámara de Diputados por sus “agravios contra la embajadora de Estados
Unidos”.
Con 41 votos a favor y 4 en contra, los diputados aprobaron
una interpelación contra el alto oficial tras una carta que le dirigió a
Ayalde, acusándola de intromisión en asuntos internos de Paraguay,
por la injerencia groseramente expresada a mediados de febrero en la
legación diplomática.
En un almuerzo que organizó en la embajada con el propio
vicepresidente Federico Franco y la presencia de una brocheta de
generales del Ejército de EEUU que se encontraban de visita, Ayalde
propició un debate en la mesa sobre… la situación política de Paraguay y
la eventualidad de un juicio político para destituir al presidente
Lugo!.
Los opositores del congreso fustigaron entonces, no a Franco
sino a Bareiro Spaini “por entrometerse en una función que compete al
ministro de Relaciones Exteriores”, al tiempo que ni señalaron la
postura altamente traidora de Franco.
Ya el complot estaba caminando.
LUGO RODEADO DE TIBURONES
El documento del 2010 señalado ya especulaba con la
planifiación de la salida de Lugo y “el grado de participación del
vicepresidente en dichos planes”.
El informe habla de algunos “actores políticos”, informantes de
la embajada que tienen a Franco bajo su lupa, y que señalan como ha
llegado a un acuerdo con el general golpista Lino Oviedo para acelerar
un plan de juicio político de Lugo para que el vicepresidente tome el
poder con Oviedo eventualmente” elegido como vicepresidente”.
El informe de la Embajada de Estados Unidos en Asunción hace
mención al interés de algunos políticos en acortar el Gobierno de Lugo.
“Persisten los rumores de que el ex general golpista Lino
Oviedo, el expresidente Nicanor Duarte Frutos, y /o el vicepresidente
Federico Franco, continúan buscando formas de reducir el plazo de Lugo”,
explica el cable filtrado por WikiLeaks, sin dudas seguido de cables
internos de la CIA, donde las cosas se expresaban de manera mucho más
cruda.
El mensaje secreto emitido por la Embajada y dirigido al
Departamento de Estado, también hablaba de la existencia de “tiburones
políticos” que rodean al presidente.
“Creemos que se encuentra bajo una gran presión”, dice para
luego abrir la posibilidad de que algunos podrían conseguir que renuncie
o que enfrente un juicio político”, indicaba. Esto “puede convertirse
en una posibilidad cada vez mayor”.
Informado diariamente de cada incidencia en la más altas
esferas del poder, beneficiándose de la complicidad de cada “tiburón”,
le quedaba solo al mecanismo de espionaje de la embajada guiar los
pasos de quién conservaba en su corazón la nostalgia del general
asesino, él que gobernaba con mano de hierro.
Tomado de: Contrainjerencia
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