sábado, 31 de agosto de 2013

THE ACT OF KILLING: "EN INDONESIA MATAMOS A TODOS LOS COMUNISTAS"

Joshua Oppenheimer muestra en 'The Act of Killing' a los genocidas de Indonesia fanfarroneando y recreando en un rodaje las torturas y asesinatos que cometieron tras el golpe militar de 1965. Los asesinos son tratados hoy como héroes nacionales.

Un director de cine pide a un asesino que recree para una película las torturas y crímenes que cometió en su vida real. Éste, encantado con la oferta, se dispone a ello con entusiasmo y diligencia. El resultado del experimento es una alucinación cinematográfica que adquiere proporciones épicas cuando se descubre que el criminal es uno de los líderes más sanguinarios de los escuadrones de la muerte de Indonesia, bandas de carniceros que en 1965 acabaron con la vida de un millón de personas en menos de un año. The Act of Killing, de Joshua Oppenheimer, es la consecuencia de ese espeluznante delirio de fama de los genocidas indonesios, que hoy todavía viven como héroes en su país. La película se estrena el 30 de agosto en España.

Werner Herzog, uno de los cineastas que más genialidad ha aportado al cine documental, ha demostrado públicamente su asombro ante The Act of Killing. "No he visto una película tan potente, surreal y terrorífica en al menos una década", ha dicho y, desde luego, ha dado en el clavo con los adjetivos y con el orden en que los ha mencionado. Tan pasmosa, tan demencial es la historia de esta película, que la primera reacción ante ella es de sorpresa. Una especie de estupefacción que se convierte en aturdimiento y confusión antes de transformarse en espanto y, finalmente, en algo muy parecido a la angustia física. 

Los escuadrones de la muerte

Anwar Congo, uno de los cabecillas de los escuadrones de la muerte que actuaron en Indonesia tras el golpe militar contra el presidente Sukarno, es la estrella de esta película. Verdugo responsable, según sus palabras, de la tortura y asesinato con sus propias manos de más de mil personas, escenifica ante la cámara los crímenes que cometió, explica cómo perpetraba sus agresiones y se vanagloria de haberse inspirado para ello en las películas de gángsteres que estrenaban en el cine.

Matón de cine, en su juventud él y sus amigos controlaban el mercado negro de entradas. El ejército les reclutó tras el golpe para los escuadrones de la muerte porque sabía que odiaban a los comunistas -principales boicoteadores de las películas de EEUU, las más rentables en los cines- y ya habían demostrado que eran capaces de cualquier acto de violencia. Hoy, casi cincuenta años después, Anwar Congo es una figura venerada en Indonesia.

Fundador de una poderosísima organización paramilitar (Juventud de Pancasila), en la que figuran públicamente ministros del Gobierno, se le trata con todos los honores. Es la imagen, el símbolo, de un país demente, que aplaude la corrupción y la violencia. Un país en el que los genocidas son invitados de lujo en los programas de televisión, donde se explayan sobre sus proyectos cinematográficos y sobre sus aterradores asesinatos reales. Un país donde una buena parte de la población sigue viviendo completamente aterrorizada y a la que da la espalda el resto del planeta.

Palabra de genocida

"Matar está prohibido, por tanto, todos los asesinos son castigados, a menos que maten en grandes cantidades y al sonido de las trompetas". Son las palabras de Voltaire con las que se abre esta película, en la que conviven las escenas del pavoroso rodaje en el que trabajan los criminales, con imágenes de ellos en otras situaciones y ante la cámara contestando a las preguntas del equipo de Oppenheimer.
- ¿Cómo exterminó a los comunistas?
- Los matamos a todos. Eso fue lo que pasó.

"No importa si acaba en la pantalla grande o en la televisión", dice Anwar Congo refiriéndose a la película que están rodando y antes de añadir: "Tenemos que demostrar que ésta es la historia, que esto es lo que somos, para que la gente en el futuro lo recuerde". Un esfuerzo tardío después de hablar ante las cámaras de este documental, pues es absolutamente imposible olvidar lo que cuentan, cómo lo cuentan y, lo peor, cómo lo celebran.

Anwar Congo baila vestido como un gangster de película después de mostrar el sitio donde llevaba a cabo las torturas. "Al principio los apaleábamos hasta la muerte, pero había muchísima sangre (...). Cuando limpiábamos, el olor era terrible. Para evitar la sangre, teníamos un sistema". Y dicho esto, unos pasos de chachachá. Estremecedor.

"Matar a gente que no quería morir"

Testimonios como éste se suceden a lo largo de toda la película y no solo procedentes del recuerdo de Anwar Congo. Un editor de prensa -"mi trabajo era hacer que el público odiase a los comunistas"-, un líder paramilitar local que hace ante las cámaras una ronda de extorsión en el mercado exigiendo dinero, el mismísimo vicepresidente del país, otro verdugo de la época, un miembro del Parlamento de Sumatra del Norte o el subsecretario de Juventud y Deporte hacen sus personales aportaciones al documental, dejando constancia de una de las cosas más sorprendentes de todas, la absoluta banalidad con que todos perciben el genocidio cometido y la perfecta impunidad que han construido a su alrededor.

"¿A cuántas personas mató?" pregunta a Anwar Congo con una sonrisa deslumbrante una presentadora de la TVRI, televisión pública de Indonesia. "A unas mil", contesta él también sonriente. Espeluznante y, al mismo tiempo, lógico. Al fin y al cabo, Anwar Congo y sus colegas torturadores están ahí haciendo publicidad, promocionando la película que han rodado describiendo sus asesinatos.

La aberración ha llegado aquí a su punto culminante. Han pasado casi dos horas desde que comenzara la película y el espectador ha asistido al grotesco espectáculo de la fanfarronería de unos asesinos de masas. En todo ese tiempo se habrá preguntado, seguramente varias veces, ¿cómo es posible vivir con ello y ni siquiera arrepentirse? La respuesta es que probablemente no es posible.

"Sé que mis pesadillas las causa lo que hice, matar a gente que no quería morir", dice en un momento del documental Anwar Congo, cada vez más afectado por el proceso de rodaje de la película y a quien la cámara de Oppenheimer graba también mientras interpreta el papel de víctima en una de sus recreaciones. Momento clave para el genocida y para The Act of Killing, éste en que el asesino se pone en lugar de sus víctimas. Es una secuencia que conduce al final de este documento. Y aquí, las turbulencias emocionales por las que ha pasado el espectador son tantas y tan profundas que ya es muy difícil decidir si ese hombre -en el que algo ahora  ha cambiado- está arrepentido o si lo que siente es asco ante la marea de sangre provocada o si es que realmente no quería entender y ahora, por fin, ha entendido lo que significa el acto de matar.

"UNA TÉCNICA  DE RODAJE PARA INTENTAR COMPRENDER"

Ganadora de múltiples premios, esta película se gestó después de tres años que el director Joshua Oppenheimer dedicó a rodar a los supervivientes de las masacres de 1965 y 1966. En ese tiempo, el equipo de la película fue amenazado, acosado y advertido para que abandonara. Sin embargo, "los asesinos estaban más que dispuestos a ayudarnos y, cuando los filmamos fanfarroneando sobre sus crímenes contra la humanidad, no encontramos ninguna oposición. Se nos abrieron todas las puertas". Y ahí, en medio de lo que Oppenheimer llamar "esa extraña situación", se inició un segundo punto de inicio de la película.

Propusieron a los gángsteres que rodaran su propia película y que se interpretaran a ellos mismos y a sus víctimas. "Los protagonistas se sentían seguros explorando sus recuerdos y sentimientos más profundos; y su humor más negro. Yo me sentía seguro desafiándolos continuamente sobre lo que hicieron, sin miedo de que me arrestaran o me golpearan".

"He desarrollado una técnica de rodaje con la que he intentado comprender por qué la extrema violencia, que muchos consideramos impensable, no solo es posible, sino que se ejerce rutinariamente. He intentado comprender el vacío ético que hace posible que los responsables del genocidio sean homenajeados en la televisión pública con vítores y sonrisas -dice el director-. Asimismo intentamos arrojar luz sobre uno de los capítulos más oscuros en la historia humana, tanto local como global; y expresar los costes reales de la ceguera, el oportunismo y la incapacidad para controlar la codicia y el ansia de poder en una sociedad mundial cada vez más unificada. Finalmente ésta no es una historia sobre Indonesia, es una historia sobre todos nosotros".




















EL GOLPE MILITAR DE 1965

En 1965, el Gobierno indonesio fue derrocado por los militares. Sukarno, el primer presidente de Indonesia, fundador del movimiento no alineado y líder de la revolución nacional contra el colonialismo holandés, fue destituido y reemplazado por el general Suharto. El Partido Comunista Indonesio (PKI), que había apoyado firmemente al presidente Sukarno, que no era comunista, fue prohibido de inmediato. La víspera del golpe, el PKI era el partido comunista más grande del mundo fuera de un país comunista.

Después del golpe militar de 1965, cualquiera podía ser acusado de ser comunista: sindicalistas, granjeros sin tierras, intelectuales, la etnia china... "En menos de un año y con la ayuda directa de ciertos gobiernos occidentales, más de un millón de estos comunistas fueron asesinados", asegura el equipo de The Act of Killing.

Estados Unidos aplaudió la masacre, que se consideró "una grandiosa victoria sobre el comunismo". La revista Time informaba diciendo que era una de "las mejores noticias para Occidente desde hace años en Asia", mientras que The New York Times titulaba: "Un destello de luz en Asia".

Fuente: Público

VER TRAILER:


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Los Estados Unidos de Amnesia y la masacre de 1965 en Indonesia

18 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

La reseña que escribió A.O. Scott sobre The Act of Killing [El acto de matar] ofrece un ejemplo aleccionador de cómo las personas en Estados Unidos reciben una inyección diaria de mentiras, encubrimientos y distorsiones que les inducen la amnesia y les dejan ciegas en cuanto a la verdadera historia y naturaleza de este país.
The Act of Killing (una nueva película independiente) denuncia algunos horrores de las masacres de al menos 500.000, y posiblemente un millón o más, comunistas en Indonesia en 1965 y 1966. Durante ese período, masacraron a tantos comunistas, tirando los cuerpos en los ríos, que varios ríos de Indonesia se atascaron de muertos.
Estados Unidos puso en marcha y en general orquestó esta orgía de carnicería sádica. En 1965, Estados Unidos, por medio de la CIA y el ejército de Indonesia, derrocó al gobierno de coalición nacionalista que dirigía Sukarno (en ese gobierno el Partido Comunista de Indonesia tuvo un papel prominente1). El golpe de estado puso en el poder a una junta militar fascista encabezada por el general Suharto.
La CIA y el personal de la embajada de Estados Unidos le dieron al ejército indonesio los nombres de comunistas, sindicalistas, intelectuales y otros para matar. Según las palabras de un perpetrador de las masacres, "exterminaron" a más de dos millones de miembros del Partido Comunista de Indonesia. Después de cada asesinato, los funcionarios de la embajada de Estados Unidos tacharon los nombres de comunistas y otros de las listas que habían compartido con el ejército indonesio. Un ex funcionario del Departamento de Estado dijo acerca de su papel: "Yo quizá tenga sangre en las manos, pero a veces eso es algo bueno".
No obstante, en ninguna parte de la reseña reconoce Scott que Estados Unidos orquestó las masacres. No es posible que alguien como A.O. Scott, ni hablar de sus editores, desconocieran ese hecho. En ese período y desde ese entonces, el New York Times lo reconoció de manera indirecta. Por ejemplo, en 1990 escribió que antes de las matanzas, "No hay duda de que dio una lista de nombres a los indonesios" por un funcionario de la embajada de Estados Unidos. Y el New York Times informó que el jefe de la sección política de la embajada le dijo a un entrevistador: "Sabíamos adónde se remitían los nombres" (17 de julio de 1990).
Como resultado, hasta aquellos que vean la película o se enteren de ésta, y se indignen de lo que aprenden sobre una de las masacres más sangrientas, sádicas y genocidas de la historia humana, podrían recibir del New York Times una inyección de amnesia que oculta el hecho de que su gobierno estaba detrás de esos crímenes.
Nota de la redacción: Instamos a las y los lectores a imprimir este artículo y a distribuirlo en las proyecciones de la película The Act of Killing y a enviarnos su correspondencia sobre sus experiencias.
Lea más sobre la producción de la película en la entrevista al director, Joshua Oppenheimer, Democracy Now!, 19 de julio de 2013. Lea más sobre las masacres en Indonesia en "Indonesia: La masacre de 1965 Made in USA — Confesiones del Departamento de Estado" en revcom.us.

1. El Partido Comunista de Indonesia (PKI) sostenía y promovía ilusiones peligrosamente nocivas sobre la naturaleza de las formas democráticas de la dictadura capitalista y sobre la posibilidad de alcanzar el socialismo sin una revolución. Sin embargo, en el contexto del choque global entre el imperialismo y los pueblos oprimidos que se levantaban por todo el mundo y de la confrontación con la China socialista, el imperialismo estadounidense y sus secuaces en Indonesia consideraron al PKI como una amenaza intolerable. 


jueves, 29 de agosto de 2013

Los Partidos Comunistas y Obreros expresamos nuestra solidaridad con el pueblo sirio y condenamos el ataque militar contra Siria





























Comunicado de Partidos Comunistas y Obreros contra el ataque militar imperialista contra Siria
Los Partidos Comunistas y Obreros expresamos nuestra solidaridad con el pueblo sirio y condenamos el ataque militar contra Siria que está siendo preparado por los imperialistas de los EE.UU., de la OTAN y de la UE junto con sus aliados para la promoción de sus intereses en la región.
Rechazamos los pretextos imperialistas que, como se demostró, habían sido utilizados también en la guerra contra Irak y en las demás guerras imperialistas contra Yugoslavia, Afganistán y Libia.
Llamamos a la clase obrera, a los pueblos en todo el mundo para combatir y condenar la nueva guerra imperialista, exigir que los gobiernos de sus países no se impliquen ni apoyen el ataque militar criminal.
Partido Comunista de Azerbaiyán
Partido Comunista Alemán
Partido Comunista de Australia
Partido Argelino por la Democracia y el Socialismo
Tribuna Progresista Democrática, Bahrein
Partido Comunista de Bélgica (PC de Valonia – Bruselas)
Partido del Trabajo de Bélgica
Partido Comunista de Bielorrusia
Partido Comunista de Bohemia y Moravia
Partido Comunista de Brasil
Partido Comunista Brasileño
Partido Comunista de Bretaña
Nuevo Partido Comunista de Bretaña
Partido Comunista de Canadá
Partido Comunista de Chile
AKEL, Chipre
Partido Comunista de Cuba
Partido Comunista en Dinamarca
Partido Comunista de Eslovaquia
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Comunista de Filipinas – 1930
Partido Comunista de Finlandia
Partido Comunista Unificado de Georgia
Partido Comunista de Grecia
Partido Obrero Húngaro
Partido Tudeh de Irán
Partido Comunista de Irlanda
Partido de los Comunistas Italianos
Partido Comunista Jordaniano
Partido Socialista de Letonia
Frente Popular Socialista de Lituania
Partido Comunista de Luxemburgo
Partido Comunista de Malta
Partido Comunista de México
Partido Comunista de Noruega
Partido Comunista de Pakistán
Partido Comunista Palestino
Partido del Pueblo Palestino
Partido Comunista de Polonia
Partido Comunista Portugués
Partido Comunista de la Federación Rusa
Partido Comunista Obrero Ruso
Partido Comunista de la Unión Soviética
Partido Comunista Sirio
Partido Comunista Sirio (Unificado)
Partido Comunista de Sudán
Partido Comunista de Suecia
Partido Comunista de Tayikistán
Partido Comunista de Turquía
Partido del Trabajo (EMEP), Turquía
Partido Comunista de Ucrania
Unión de los Comunistas de Ucrania
Partido Comunista de Venezuela
Otros partidos que no están en la lista de SOLIDNET
Partido Comunista de los Obreros en Bielorrusia
Partido Comunista Dinamarqués
Partido Comunista Obrero de Finlandia
Polo de Renacimiento Comunista en Francia
Comunistas Izquierda Popular-Partido Comunista, Italia
Resistencia Popular, Moldavia
Grupo Activista SHISO-UNDO, Japón

miércoles, 28 de agosto de 2013

Bases de discusión para el XXX Congreso 100 años de Rodney Arismendi


En el marco del XXX Congreso del Partido Comunista de Uruguay a realizarse los días 18, 19 y 20 de octubre, estamos publicando el documento "Bases de discusión para el XXX Congreso 100 años de Rodney Arismendi"
El documento en formato PDF, puede ser descargado al final del artículo o bien desde un enlace externo, haciendo click aquí.

 Descargar archivos adjuntos: Bases_de_discusion_XXX_Congreso_PCU.pdf

Tomado de la página del PCU: http://www.pcu.org.uy

viernes, 23 de agosto de 2013

Las escuelas soviéticas frente al sistema de enseñanza actual

Natalia Savítskaya, para Rusia Hoy

 En la actualidad, muchos en Rusia siguen pensando que la educación soviética era una de las mejores del mundo. En los últimos 15-20 años ha habido numerosos cambios en el sistema de enseñanza en las escuelas. En estos momentos existe una tendencia a distinguir la educación de las élites y la de las masas.
"Gagarin estudió gratis". Fuente: ITAR-TASS
                                                                                                                                                                  
La educación escolar soviética se asentaba en la ideología, que estaba presente en todo el sistema ayudando al maestro a motivar al alumno en sus estudios. En horario extraescolar los maestros daban clases de refuerzo a los alumnos con más problemas. En ocasiones, los propios estudiantes se encargaban de ayudar a sus compañeros más rezagados. Es precisamente este sistema de estudios lo que les ayudaba a sacar adelante asignaturas como Física, Matemáticas o Química.

Durante la época soviética se prestaba especial atención al método de enseñanza. Esto permitió la consolidación de importantes escuelas pedagógicas y la elaboración de manuales de alta calidad. Además, en el país existían institutos de preparación de profesores, una desarrollada red de revistas de divulgación científica y sociedades que se dedicaban a popularizar la ciencia.

En los años 70-80, en la URSS, según estadísticas oficiales, el número de científicos ascendía a cerca de 1,5 millones, y en el ámbito de la ciencia y los servicios científicos en general trabajaban 4,5 millones de personas, es decir, un 4% de la población activa.

 Hacia comienzos de los años 70, por cada 10.000 personas de la población activa de la URSS, alrededor de 100 se dedicaban a la ciencia. En Estados Unidos este índice ascendía a 71 personas y en Gran Bretaña a 49. Por cada 10.000 obreros y trabajadores del sector industrial de la URSS había 234 científicos, en Estados Unidos 205 y en Gran Bretaña 116.

En la URSS ser científico era una profesión muy popular, de modo que el niño soviético no vivió una época de especial culto a la ciencia. Además, existía un sistema muy desarrollado de educación extraescolar. En cada escuela había varios clubes gratuitos dirigidos no sólo por los maestros, sino también por especialistas invitados.

La profesión de maestro gozaba de un gran prestigio. La distribución forzada de los licenciados en universidades pedagógicas por los pueblos y aldeas contribuyó a la afluencia de nuevo personal en estos lugares. Durante los tiempos de la URSS casi todas las ciudades tenían dos institutos: uno agrícola y uno pedagógico. La importancia que se daba a la ciencia y a la formación de profesores con ideas de “misioneros científicos” facilitó la creación de este especial sistema educativo.

Profundos cambios 

En la Rusia contemporánea hoy existe un mercado de servicios educativos. Ha sido la propia población la que ha aportado el vector de desarrollo con el siguiente pensamiento: “Quiero que mi hijo tenga educación superior”. Según el Servicio Federal de Estadística Estatal, hacia principios del año 2012 en Rusia figuraban 1080 universidades homologadas, mientras que a principios de los años 90 únicamente se contaban 514. Desde finales de los 90 ha aumentado el número de estudiantes y profesores en las universidades. Como resultado, los mejores maestros de escuela han pasado a trabajar en ellas.

El resto de los maestros se ven ahora en unas condiciones de competición constante. Ha aparecido el mercado de los profesores particulares. Para poder valorar los conocimientos de forma más objetiva (con la menor participación posible del factor humano) el gobierno ha introducido un nuevo tipo de exámenes tipo test: en 2009 apareció el examen estatal unificado (EGE) para reemplazar al examen de final de estudios escolares y a las pruebas de acceso a la universidad. El problema de este examen son los altos niveles de plagio, un fenómeno que la sociedad comenta en internet pero a cuya existencia hacen las autoridades oídos sordos.

Para solucionar este problema se ha devuelto parcialmente la ideología a la educación, se han introducido cambios hacia la innovación.

Si comparamos las especialidades en las universidades, según datos oficiales las profesiones más escogidas son la de economista y abogado. Esta es una prueba indirecta de la ausencia de interés respecto a las ciencias exactas. Otra evidencia de ello son los resultados del examen estatal unificado. Si la asignatura de matemáticas no fuera obligatoria para aprobar este examen, la mayor parte de los estudiantes la suspenderían.

Para reforzar la motivación de los estudiantes en las escuelas se ha introducido una educación especializada. En la actualidad se está preparando una nueva legislación para que el examen estatal se lleve a cabo de forma separada para las escuelas comunes y las especializadas. Esta nueva legislación contribuirá a mantener la prestigiosa tradición matemática de la famosa escuela soviética. No es casualidad que hayan comenzado a surgir de nuevo institutos y escuelas especializadas en las universidades. En la época soviética este tipo de escuelas facilitaban el desarrollo de una élite tecnológica e innovadora.

Con el objetivo de motivar a los maestros a la hora de cumplir con su trabajo, el gobierno ha introducido un salario diferenciado que desde 2008 está formado por varias partes: el salario base más complementos.

La escuela rusa pasa por una nueva etapa de su historia. Hoy en día se hace patente el proceso de división de escuelas entre élites y masas. Todas las nuevas tendencias, como la educación a distancia, la formación on-line y los experimentos con el horario escolar serán asunto de la escuela de masas. Al parecer lo que sí seguirá igual será el bajo coste, y la marca de calidad.

lunes, 19 de agosto de 2013

Matilde Landa, la mujer que prefirió la muerte al bautizo

La dirigente del PCE se suicidó en el penal de Mallorca en septiembre de 1942 el día en el que el régimen franquista había organizado su conversión al catolicismo.
 
ALEJANDRO TORRÚS


Matilde Landa prefirió la muerte. La dictadura franquista ofreció a la dirigente comunista mejoras en la alimentación de los hijos de las presas del penal de Mallorca a cambio de su bautismo y conversión al catolicismo. Matilde eligió sus principios. El 26 de septiembre de 1942, día que estaba prevista la ceremonia de bautismo, Landa se precipitó por la terraza hacia el patio interior de la prisión. Se suicidó. En los 45 minutos que duró la agonía de Landa, completamente inconsciente, las autoridades eclesiásticas de Illes Balears aprovecharon para bautizarla en articulo mortis. Minutos antes de su suicidio, Landa escribió una carta a su hija donde, de manera encubierta, se despedió de ella rogándole perdón. La ceremonia de su bautizo ya estaba preparada. "Hoy es el gran día, dicen. Doña Bárbara, otras señoras de Acción Católica y las monjitas andarán relamiéndose con el triunfo. El dolor del pecho no me deja pensar, Carmencilla; pero no creo que el aceite alcanforado alivie mi sufrimiento, porque otro dolor, más hondo, es el que me acucia (...)".
"No puedo ver sin llorar los rostros de esos niños a los que amenazan con dejar sin leche si yo no me convierto -prosigue la misiva- Tú sabes, Camencilla, lo mucho que me preocupan los niños, los más desgraciados, con sus corazoncitos, tan sensibles y tan a merced de los caprichos de los mayores. No puedo, no puedo aceptarlo. Sería como prostituirme. Ay, esos niños... ¿Será lo mío un capricho? (...) Quien sobra soy yo. (...) Espero que me sigas queriendo y que te acuerdes de mí a pesar de lo que te cuenten, a pesar de lo que voy a hacer. Que tú, mi niña, mi chiquitina, y esos pobres niños me perdonéis", escribió Landa antes de su suicidio en una carta que recoge Antoni Tugores en la obra Víctimes invisibles.
En esa misma misiva, Matilde Landa recordaba lo mucho que echaba de menos leer los versos que el poeta Miguel Hernández le había dedicado. Hernández y Landa se conocieron cuando, en 1938, la mujer formaba parte de la sección de información popular del subsecretariado de Propaganda del Gobierno Republicano y recorría la España republicana organizando conferencias para levantar la moral a los combatientes republicanos.

‘A Matilde' de Miguel

"En la tierra castellana 
el castellano caía 
con la voz llena de España
 y la muerte de alegría.

 Para conseguir la libertad de sus hermanos
 caen en los barbechos los más nobles castellanos.

 No veré perdida España
 porque mi sangre no quiere.
 El fascismo de Alemania 
junto a las encinas muere.

 Para hacer cenizas la ambición de los tiranos 
caen en las trincheras los más nobles castellanos.

 Españoles de Castilla
 y castellanos de España
 un fusil a cada mano
 y a cada día una hazaña.

 Voy a combatir al alemán que nos da guerra
 hasta conquistar los horizontes de mi tierra".
Eran los años en los que la popularidad de Matilde Landa crecía sin parar. Un año antes, en 1937, Matilde había sido voluntaria en el Socorro Rojo Internacional, donde colaboró en la evacuación de Málaga. Cuando estalló la Guerra, Landa se incorporó a las tareas sanitarias en un hospital de guerra de Madrid. El activista italiano Vittorio Vidali "Comandante Carlos" había señalado que si tuviera que escribir la historia de la Guerra Civil española bastaría con dos biografías: la de Antonio Machado y la Matilde.

Condenada a muerte

Con la victoria del ejército de Francisco Franco sobre la República, Matilde Landa se quedó en Madrid para reconstruir desde dentro el PCE. El 4 de abril de 1939 fue detenida mientras preparaba la huida de dos compañeros del partido. Tras ser sometida a un Consejo de Guerra, fue condenada a muerte. Antes, le habían ofrecido salir libre si renegaba públicamente del PCE. También se había negado.
Condenada a muerte, Matilde ingresó en la cárcel de Ventas de Madrid, donde permanecían alrededor de 10.000 presas. Desde dentro, con el permiso de la directora de la prisión, compañera de la residencia de estudiantes, montó la llamada Oficina de Penadas, que se encontraba en su misma celda. Se trataba de una máquina de escribir en la que Matilde escribía recursos para que sus compañeras no fueran fusiladas una vez escuchados sus casos.
En poco tiempo se convirtió en la reclusa más carismática. La joven comunista se había convertido en un símbolo de dignidad y resistencia para sus compañeras reclusas. Un amigo de la familia, cercano al régimen franquista, intercedió para que no fuera ejecutada. A cambio, el régimen la condenó a 30 años de prisión que debían cumplirse fuera de la península. Fue entonces cuando trasladaron a Landa a Mallorca. Era el mes de agosto de 1940.
Landa se convirtió entonces en el objetivo propagandístico de la Iglesia balear. Su conversión al catolicismo sería una gran arma propagandística y minaría la moral de los vencidos. No bastaba con vencer. Había que humillar y convertir a los derrotados. Matilde fue apartada del resto de presos y sólo podía hablar con Bárbara Pons, de Acción Católica, quien se encargaba de que finalmente aceptara la conversión al catolicismo. Matilde Landa prefirió la muerte.

http://www.publico.es/

viernes, 16 de agosto de 2013

El actor español Willy Toledo, y su nueva vida en Cuba.

Fernando Ravsberg
BBC Mundo, @ravsberg

El actor español Willy Toledo asegura que en La Habana "he encontrado la ciudad más hermosa del mundo para pasear y la más segura de todas las que conozco con diferencia". (Foto: Raquel Pérez)    
 "Cada vez que defendía a la Revolución cubana me respondían: si tanto te gusta por qué no te vas a vivir allí", me cuenta el actor español Willy Toledo y agrega: "ahora que me mudé para Cuba están más histéricos porque se quedaron sin discurso".
A pesar de que algunos periódicos españoles aseguran que habita en una mansión, lo cierto es que vive en un barrio de cubanos, en un modesto apartamento alquilado al que no le vendrían mal algunos muebles más y una mano de pintura.
"No necesito más. Tengo mi cama, mi cocina y mi baño, y mis libros y con eso voy tirando, no echo de menos cosas materiales. A la gente sí, y a mi ciudad. Yo he nacido y vivido en Madrid toda mi vida y le tengo mucho cariño a pesar de que se haya convertido en una ciudad bastante invivible".

 Turistas en el Malecón de La Habana, aunque Willy Toledo prefiere que no lo traten como tal.
La derecha española lo acusa de tener privilegios sobre los cubanos, pero lo cierto es que también en su país vivía mejor que la mayoría porque nació en una familia acomodada y además ganó mucho como actor. "Claro que entonces nadie me lo cuestionaba", me dice con una sonrisa.
Reconoce que en Cuba tener dinero puede abrir ciertas puertas y dar acceso a algunas comodidades pero no a todas. Vuelve a reír cuando me cuenta que, "te puedes pasar días buscando una sartén y no la encuentras por           muchos euros que tengas".
Se siente mejor en esta Cuba que en la del turista. "Me está gustando mucho más vivir La Habana en el día a día, ir al cine, al teatro, a conciertos, a comer a casa de gentes. (Ahora) tengo tiempo para leer, que en Madrid no lo tenía y me lo estoy leyendo todo".
Le recuerdo que su ciudad es "la capital de la marcha" y le pregunto cómo se adapta a la tranquilidad de Cuba. Me responde que ahora sus juergas se reducen a comprar de vez en cuando una botellita e "ir a casa de un amigo o al malecón a hacer botellón".
Además en La Habana "hay mucha vida, todos los días hay cosas que hacer. Echo de menos una Guía del Ocio, como allá en Madrid, (…) pero al final siempre me entero, de hecho no tengo tiempo para ir a todas las cosas que me gustaría".

Para Willy Toledo "los cubanos son los más parecidos a los españoles, en la
manera de hablar, en el sentido del humor, en la manera de relacionarse".
(Foto: Raquel Pérez)
     
 Al parecer no le está costando integrarse, en realidad "es bastante fácil, yo he viajado por todo Latinoamérica (…) y creo que los cubanos son los más parecidos a los españoles, en la manera de hablar, en el sentido del humor, en la manera de relacionarse".
Visita poco La Habana Vieja porque lo tratan como a un turista, pero "me encanta ir al puestecito de al lado de mi apartamento a tomarme un juguito por la mañana y al de en frente para comerme un pan con tortilla o sentarme en las terrazas donde se sientan los cubanos".
Me asegura que ni siquiera tiene problemas con la cocina nacional, "a mí me gusta mucho la comida criolla, siempre me ha gustado, no solo la cubana, sino la de todo el caribe. Lo que más me gusta es el arroz con lo cual aquí voy sobrado… ja, ja".
Más allá de sus conocidas simpatías por la Revolución Cubana, el actor confiesa que ha descubierto el encanto de La Habana. "Aquí he encontrado la ciudad más hermosa del mundo para pasear y la más segura de todas las que conozco con diferencia".
Willy puede ser el más famoso pero no es el único europeo que emigra a Cuba. A pocas cuadras de donde vivo llegó otro, casado con una cubana. Acaban de comprar una casita con el dinero de la venta de un negocio que apenas les daba para sobrevivir.
Años atrás su esposa había obtenido la residencia en la "Madre Patria" por estar casada con un español. Paradójicamente ahora es él quien aprovecha su matrimonio para residir en la isla, donde puede vivir mejor con mucho menos dinero.
Hace apenas unos días estuve almorzando raviolis caseros con un italiano cuya esposa cubana se repatrió para pasar en la isla la crisis europea. Aprovechando las reformas, planean crear una cooperativa para vender pastas frescas en La Habana.
Pero lograr la residencia en Cuba no es nada fácil, el inmigrante debe estar casado con alguien de nacionalidad cubana o ser contratado por una empresa que opere en la isla y, aun así, muchos vivimos por décadas con un permiso temporal que se debe renovar cada año.

 Tomado de: http://www.bbc.co.uk/

lunes, 12 de agosto de 2013

Aquella vez que la URSS salvó a los niños del mundo…

Es probable que no sepas quién es Viktor Zhdanov. Ni siquiera tiene una página en wikipedia. Sin embargo, estadísticamente hablando, le debes la vida. Como mínimo, alguien que conoces le debe no haber sido horriblemente desfigurado o quedarse ciego. Y es que él fue el protagonista principal de la derrota definitiva del asesino más sangriento de toda la historia de la humanidad: El virus de la viruela.

 La viruela es una de las enfermedades de cuyas andanzas que tenemos más viejos registros (Se han encontrado muestras de ella en momias egipcias con 3000 años de antigüedad). Si, Era un asesino de niños, hasta el punto que en India no se ponía nombre a los hijos hasta que la habían superado (porque era algo que había que pasar, como la varicela o el sarampión, solo que con una mortandad que rondaba entre el 20% y el 60%, que dejaba ciegos a un tercio de los supervivientes). Afectaba a ricos y a pobres por igual, y cito casos como los de Mozart y Beethoven (a ambos les quedaron marcas de la enfermedad en la cara), George Washington, Lincoln o Josef Stalin.

V. Zhdanov en la OMS
Para que os hagáis una idea, la viruela mató entre 300 y 500 millones de personas sólo en el siglo veinte (y eso sin contar una innumerable cantidad de desfiguraciones y casos de ceguera), más que seis Segundas Guerras Mundiales al completo. Ríete tú de Hitler.
¿Y quién fue este Viktor Zhdanov que mencionaba? Casi nadie, sólo un viceministro de Sanidad soviético, médico y miembro de la completamente increíble Academia de Ciencias de la URSS (que para quien le interese han sido básicamente los inventores de todas las tecnologías del siglo XX, excepto la informática e internet). ¡Ah! Y también el tipo que erradicó la viruela del planeta.

Viktor Zhdanov
 Porque fue Viktor Zhdanov el tipo que se presentó un día frente a la asamblea general de la OMS con una proposición jodidamente loca. Algo que nunca antes se había ni siquiera intentado. Su plan era probablemente la cosa más ambiciosa que la humanidad iba a proponerse en el siglo, aparte del viaje a la luna: acabar con la viruela para siempre. Extinguirla hasta que no quedase ni rastro, y que los niños del futuro (esos somos nosotros, por si no te has dado cuenta) leyeran sobre ella tan sólo en los libros de historia.
La eliminación a escala global de esa enfermedad (y cuando digo escala global me refiero a escala global, no sólo a la parte del globo que nos interesa), sigue siendo todavía uno de los mayores logros médicos y científicos del milenio. Hoy parece completamente imposible hacer algo así… pero es que en aquél entonces también lo parecía. Nunca antes se había erradicado una enfermedad, era algo de ciencia ficción, y muy pocos en la OMS creían que fuera posible.
Pero Zhdanov y la URSS no se rindieron. Si la OMS no apoyaba su plan (que pretendía hacer una campaña obligatoria de vacunación en todos los países, en la que los países ricos proporcionaran las vacunas a los pobres), la URSS tiraría el plan adelante… ¡En solitario! Para ello ya tenían preparados más de mil médicos y fabricadas ya 25 millones de dosis (y Cuba otros 2 millones).
Finalmente, la OMS aprobó el plan Zhdanov al completo (declaración WHA11.54), sólo por dos votos de diferencia, y tras quince años de esfuerzos continuos por parte de todas las naciones de la tierra, se lograron sus objetivos. Viruela no more. El dragón asesino de niños había caído para siempre.
Hoy, 40 años más tarde, Viktor Zhdanov ni siquiera tiene página en wikipedia. Quizá porque es ruso.
¿Tenemos que volver a la Guerra Fría y apuntarnos entre nosotros con misiles nucleares para ponernos a salvar de nuevo al mundo entero? La lección histórica de Zhdanov es clara: La muerte no entiende de países. En la lucha contra la enfermedad, estamos todos juntos y vamos a una. O ganamos todos, o no gana nadie. Los soviéticos no fueron santos, pero tampoco tenían los cuernos y la cola de diablo que nos quieren hacer creer.

Por todo esto: Спасибо большое, Zhdanov!
 

http://www.xpresion.es

Tomado de: La Mancha Obrera

PD : Hay que agregar que ahora si el Dr. Viktor Zhdanov tiene una página en Wikipedia, aunque es mínima y escueta, personajes que han aportado menos o nada a la humanidad tienen grandes páginas........

Ésto es el capitalismo salvaje........

Maquila obliga a empleados a "usar pañales" para no perder tiempo al ir a los baños.
 La denuncia la realizó el secretario General de la CGT Daniel Durón, quien aseguró que la empresa no había permitido las investigaciones de varias denuncias y que ahora se hará por la mediación de autoridades estadounidenses. 

Tegucigalpa,  Honduras
Una empresa maquiladora de capital Coreano, que fabrica arneses en el país para exportarlos a Estados Unidos, será investiga por una misión de derechos humanos y autoridades hondureñas, porque estaría obligando a los empleados a usar pañales para evitar la pérdida de tiempo cuando van al baño a realizar sus necesidades fisiológicas, reveló el dirigente obrero Daniel Durón.

 En declaraciones al telenoticiero TVN Hondured, Durón manifestó que la investigación y supervisión a la maquila se logró después de varios esfuerzos a nivel internacional, considerando que la empresa no había permitido el ingreso a las autoridades hondureñas para conocer una serie de denuncias que violentan los derechos de los trabajadores.

 El también secretario general de la Central de Trabajadores de Honduras (CGT), dijo que la empresa promueve unos cuatro mil empleos en la fabricación de arneses que se exportan a Estados Unidos, pero la visita se hará en conjunto con las autoridades del ministerio de Trabajo, incluidos representantes de las embajada de Corea y estadounidense representados en el país.
 
Reiteró que esta denuncia, fue informada y conocida desde hace varios meses atrás y no se había podido hacer nada, pero que se logró la mediación de organismos de Derechos Humanos y del Trabajo de Estados Unidos para lograr “ingresar” a las instalaciones.

“Se ha denunciado que los empleados usan pañales para que se orinen en ellos y no vayan a los sanitarios”, señaló el dirigente quien reiteró que esa es una de las muchas denuncias que se han generado en torno a la empresa que identificó con el nombre de “Lear”, pero que oficialmente se conoce como Honduras Electrical Distribution Systems-Kyungshin-Lear (Estados Unidos/Corea), según las referencias .

   


http://www.hondudiario.com/ 

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PD: Lo que indigna aún más, es que la empresa koreana no deje entrar a las autoridades de Honduras, pero si permite la entrada acompañados de las autoridades de la Embajada de Korea y de EEUU, lo que queda claro el desprecio hacia la soberanía de Honduras, y el gobierno títere impuesto por EEUU no tiene el menor peso para hacer respetar su soberanía y que son los mismos que dieron el golpe de estado disfrazado de legalidad contra Zelaya y las posteriores "elecciones" en las que ganó la derecha recalcitrante del país.-

viernes, 9 de agosto de 2013

Presidente Nicolás Maduro: “Gracias al Partido Comunista hoy tenemos democracia”






















Caracas, 9 ago. 2013, Tribuna Popular TP.- El presidente de la República, Nicolás Maduro expresó este jueves que gracias al Partido Comunista de Venezuela (PCV), hoy en el país hay democracia. “Gracias al Partido Comunista hoy tenemos democracia, porque fueron los comunistas en la década del ’20, ’30 y ’40 los que se echaron al hombro, la lucha por la democracia verdadera”, dijo.

Estas declaraciones las ofreció el mandatario nacional durante un Diálogo Bolivariano que realiza en el 23 de Enero, en Caracas, donde felicitó a la organización política por su 76 aniversario de la realización de la Primera Conferencia Nacional el 8 de agosto de 1937 y decidir “Dar la Cara”, y salir públicamente como Partido Comunista ante el pueblo venezolano y el mundo. “Quiero dar un aplauso, reconocimiento y felicitación, a todos los camaradas (…) el PCV es el partido en funcionamiento más antiguo de la democracia venezolana, está hoy por hoy, más vital, más fuerte, más luchador que nunca”, añadió Maduro durante su alocución.

Asimismo, anunció que las y los candidatos de la Revolución para las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre, serán postulados unitariamente por todas las organizaciones políticas de izquierda. “Para el 8 de diciembre, las fuerzas patrióticas, revolucionarias y socialistas, vamos en alianza perfecta del Gran Polo Patriótico con candidatos a alcaldes, alcaldesas unitarios en todos los municipios del país”, manifestó Maduro.

En este sentido, aseguró que existe “sectarismo” en algunas personas dentro de la Revolución, aseverando que esto viene de la inconsciencia “y a veces viene de las aspiraciones personales”, señaló al tiempo que enfatizó la importancia de vencer este flagelo dentro de las filas revolucionarias.

Fuente: Correo del Orinoco – Tribuna Popular.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Unión Europea, anticomunismo y auge del fascismo

“Colocar en el mismo plano moral el comunismo ruso y el nazifascismo, en la medida en que ambos serían totalitarios, en el mejor de los casos es una superficialidad; en el peor es fascismo. Quien insiste en esta equiparación puede considerarse un demócrata, pero en verdad y en el fondo de su corazón es en realidad ya un fascista, y desde luego sólo combatirá el fascismo de manera aparente e hipócrita, mientras deja todo su odio para el comunismo.”
Thomas Mann1




Claudio Spartak

La Unión Europea no tiene un origen ingenuo o naíf de “unión entre los pueblos europeos”, como nos venden desde la infancia en las escuelas. Su origen es, por el contrario, más oscuro y menos confesable. Es un origen imperialista. Un proyecto de reorganización y de alianza bajo supervisión norteamericana de las grandes corporaciones y los grandes bancos capitalistas de las potencias imperialistas europeas tras la Segunda Guerra Mundial y en el marco de la por entonces incipiente Guerra Fría contra la comunidad de países socialistas. Y es que, una vez derrotado el imperialismo alemán y emprendida la desnazificación del país los imperialistas vencedores en la guerra no vieron otra salida para afrontar el siguiente conflicto con el socialismo que volver a poner en pie a ese imperialismo que acababa de ser derrotado. De ahí que solamente hubiese una auténtica desnazificación en el Este de Alemania, mientras que en el Oeste hubo que conformarse con el juicio a la cúpula nazi en Núremberg. Pero el resto del aparato nazi fue reciclado. Unos encontraron cómodos puestos en la NASA, mientras que otros fueron empleados en las labores de espionaje y sabotaje contra los países socialistas. También quedó intacta la base económica del nazismo, las grandes corporaciones capitalistas alemanas, que solo fueron confiscadas en la parte Oriental, donde triunfaron las fuerzas socialistas y consecuentemente democráticas.

Vemos, por tanto, que no hay nada de democrático ni mucho menos de social en el origen de la Unión Europea. Su origen es pura y simplemente imperialista. Por eso carecen de sentido los llamados “por una Europa social y democrática”. Los derechos sociales y democráticos existieron (y de aquella manera, además) porque existía una amenaza para la supervivencia del capitalismo, encarnada en el campo socialista y el movimiento comunista. Una amenaza combinada con una onda de crecimiento económico y de la productividad con motivo de la reconstrucción de posguerra que permitió unos márgenes de ganancia capitalista suficientemente amplios como para permitir a los capitalistas hacer ciertas concesiones para aliviar la situación de la clase obrera y así alejarla de la revolución. Pero la contrarrevolución de 1989-1991 ha hecho desaparecer ese campo socialista, ha hecho desaparecer la amenaza. La crisis de sobreproducción, arrastrada desde los años 70, ya no puede ser contenida y no deja ningún margen al capital para realizar concesiones. Al contrario, le obliga a barrer las que ya hizo para poder continuar con su voracidad explotadora.

Hace unas semanas, y ante las denuncias de la cancillería rusa, se reunieron los antiguos secuaces estonios del nazismo, antiguos miembros de las SS, con el fin de glorificar su pasado criminal. Entre las denuncias rusas, se encuentra la pasividad con que la Unión Europea (ésa que tanto presume de defender la libertad y la democracia) tolera este tipo de mítines y encuentros de glorificación del nazi-fascismo.2 Pero no solo los veteranos estonios del Holocausto se atreven a levantar la cabeza en esta Unión Europea imperialista. Bien conocido es el auge que experimentan los partidos fascistas, especialmente en países como Grecia o Hungría donde incluso irrumpen con fuerza en el parlamento. Y todo ello sin que la UE mueva un solo dedo.
Sin embargo, esa misma Unión Europea no es tan pasiva a la hora de criminalizar e incluso promover la persecución de la memoria y la simbología de quienes fueron los auténticos enterradores del fascismo en Europa: los comunistas. En la Declaración de Praga, sucrita por el Parlamento Europeo, se dicen auténticas aberraciones, tales como la equiparación del comunismo con el nazismo y se llama a, su vez a organizar una especie de “Núremberg” contra los “crímenes comunistas”. Además, se insta a la revisión (sí, literalmente) de la historia para “advertir a los niños sobre los crímenes comunistas” del mismo modo con que se habría hecho lo propio con los crímenes nazis.3
Pero no todo queda en palabras. Los Estados miembros de la UE, especialmente los de los antiguos países socialistas de Europa del Este, han venido adoptando diversas medidas de represión abierta y descarada contra el movimiento comunista. En Polonia, en la República Checa, en Hungría y, por supuesto, en los países del Báltico, se prohíben, según los casos, desde la exhibición de la simbología comunista hasta la propia militancia comunista. Además, el desarrollo del “derecho” penal europeo mediante las “decisiones-marco” refuerza esta dinámica represora, definiendo toda voluntad de transformación social como “intenciones terroristas”, tal y como denuncia el seminario comunista internacional de Bruselas.4

Los ataques a los derechos democráticos se combinan y coordinan estrechamente con los ataques a los derechos sociales. La necesaria concentración y centralización de capitales que tiene el capitalismo como única salida a la actual crisis -o más bien como huída hacia delante- no puede realizarse actualmente de otra manera que no sea barriendo las conquistas históricas de las y los trabajadores. Se ataca a la educación, a la sanidad, a las pensiones e incluso al derecho al trabajo. Pero, como nadie se deja arrebatar lo suyo sin resistirse, ese proto-Estado imperialista europeo tiene que recurrir a las medidas represoras preventivas y a la demonización de lo único que ha aportado realmente luz y esperanza a las y los trabajadores en la lucha por sus derechos sociales y democráticos: el movimiento comunista. Porque esos derechos sociales que hoy están siendo barridos no habrían existido jamás sin la amenaza que supusieron el campo socialista y el movimiento comunista internacional para el dominio del imperialismo capitalista.
Se reprime implacablemente al comunismo y se tolera, o incluso se estimula, el auge del fascismo. Por eso, y siguiendo el espíritu de la cita que se reproduce al comienzo del artículo, los voceros europeos del capitalismo señalan como “demonios totalitarios” tanto al nazismo como al comunismo cuando su objetivo real es el segundo.

Notas
1Citado en Stalin. Historia y crítica de una leyenda negra. De Doménico Losurdo.
2Véase el artículo de RIA Novosti: http://sp.ria.ru/international/20130730/157671255.html
3Véase la Declaración de Praga: http://www.analitica.com/va/internacionales/document/3764088.asp La declaración, además, está firmada por personalidades que protagonizaron la contrarrevolución de 1989, como Vaclav Havel, además de por diversos representantes de organizaciones anticomunistas y por eurodiputados.

A 118 años del fallecimiento de Federico Engels

Qué antorcha de la razón se ha apagado!  
Qué gran corazón ha dejado de latir![1]




 El 5 de agosto del nuevo calendario (24 de julio) de 1895 falleció en Londres Federico Engels. Después de su amigo Carlos Marx (fallecido en 1883), Engels fue el más notable científico y maestro del proletariado contemporáneo de todo el mundo civilizado. Desde que el destino relacionó a Carlos Marx con Federico Engels, la obra a la que ambos amigos consagraron su vida se convirtió en común. Por eso, para comprender lo que Engels ha hecho por el proletariado es necesario entender claramente la importancia de la doctrina y actividad de Marx para el desarrollo del movimiento obrero contemporáneo. Marx y Engels fueron los primeros en demostrar que la clase obrera, con sus reivindicaciones, es el resultado necesario del sistema económico actual que, con la burguesía, crea y organiza inevitablemente al proletariado. Demostraron que la humanidad se verá liberada de las calamidades que la azotan actualmente, no por los esfuerzos bienintencionados de algunas nobles personalidades, sino por la lucha de clase del proletariado organizado. Marx y Engels fueron los primeros en esclarecer en sus obras científicas que el socialismo no es una invención de soñadores, sino la meta final y el resultado inevitable del desarrollo de las fuerias productivas dentro de la sociedad contemporánea. Toda la historia escrita hasta ahora es la historia de la lucha de clases, del cambio sucesivo en el dominio y en la victoria de una clase social sobre otra. Y esto continuará hasta que desaparezcan las bases de la lucha de clases y del dominio de clase: la propiedad privada y la producción social caótica. Los intereses del proletariado exigen que dichas bascs sean destruidas, por lo que la lucha de clases consciente de los obreros organizados debe ser dirigida contra ellas. Y toda lucha de clases es una lucha política.
En nuestros días todo el proletariado en lucha por su emancipación ha hecho suyos estos conceptos de Marx y de Engels. Pero cuando los dos amigos colaboraban en la década del 40, en las publicaciones socialistas, y participaban en los movimientos sociales de su tiempo, estos puntos de vista eran completamente nuevos. A la sazón había muchos hombres con talento y otros sin él, muchos honestos y otros deshonestos, que en el ardor de la lucha por la libertad política, en la lucha contra la autocracia de los zares, de la policía y del clero, no percibían el antagonismo existente entre los intereses de la burguesía y los del proletariado. Esos hombres no admitían siquiera la idea de que los obreros actuasen como una fuerza social independiente. Por otra parte, hubo muchos soñadores, algunas veces geniales, que creían que bastaba convencer a los gobernantes y a las clases dominantes de la injusticia del régimen social existente para que resultara fácil implantar en el mundo la paz y el bienestar general. Soñaban con un socialismo sin lucha. Finalmente, casi todos los socialistas de aquella época, y en general los amigos de la clase obrera, sólo veían en el proletariado una lacra y contemplaban con horror cómo, a la par que crecía la indus tria, crecía también esa lacra. Por eso todos ellos pensaban cómo detener el desarrollo de la industria y del proletariado, detener "la rueda de la historia". Contrariamente al miedo general ante el desarrollo del proletariado, Marx y Engels cifraban todas sus esperanzas en su continuo crecimiento. Cuantos más proletarios haya, tanto mayor será su fuerza como clase revolucionaria, y tanto más próximo y posible ser á el socialismo. Podrían expresarse en pocas palabras los servicios prestados por Marx y Engels a la clase obrera diciendo que le enseñaron a conocerse y a tomar conciencia de sí misma, y sustituyeron las quimeras por la ciencia.
He ahí por qué el nombre y la vida de Engels deben ser conocidos por todo obrero; tal es el motivo de que incluyamos en nuestra recopilación -- que como todo lo que editamos tiene por objeto despertar la conciencia de clase de los obreros rusos -- un esbozo sobre la vida y la actividad de Federico Engels, uno de los dos grandes maestros del proletariado contemporáneo.
Engels nació en 1820, en la ciudad de Barmen, provincia renana del reino de Prusia. Su padre era fabricante. En 1838, se vio obligado por motivos farniliares, antes de terminar los estudios secundarios, a emplearse como dependiente en una casa de comercio de Bremen. Este trabajo no le impidió ocuparse de su capacitación científica y política. Cuando era todavía estudiante secundario, llegó a odiar la autocracia y la arbitrariedad de los funcionarios. El estudio de la filosofía lo llevó aún más lejos. En aquella época predominaba en la filosofía alemana la doctrina de Hegel, de la que Engels se hizo partidario. A pesar de que el propio Hegel era admirador del Estado absolutista prusiano, a cuyo servicio se hallaba como profesor de la Universidad de Berlín, su doctrina era revolucionaria. La fe de Hegel en la razón humana y en los derechos de ésta, y la tesis fundamental de la filosofía hegeliana, según la cual existe en el mundo un constante proceso de cambio y desarrollo, condujeron a los discípulos del filósofo berlinés que no querían aceptar la realidad, a la idea de que la lucha contra esa realidad, la lucha contra la injusticia existente y el mal reinante procede también de la ley universal del desarrollo perpetuo. Si todo se desarrolla, si ciertas instituciones son remplazadas por otras, ¿por qué, entonces, deben perdurar eternamente el absolutismo del rey prusiano o del zar ruso, el enriquecimiento de una ínfima minoría a expensas de la inmensa mayoría, el dominio de la burguesía sobre el pueblo? La filosofía de Hegel hablaba del desarrollo del espíritu y de las ideas: era idealista. Del desarrollo del espíritu deducía el de la naturaleza, el del hombre y el de las relaciones entre los hombres en la sociedad. Marx y Engels conservaron la idea de Hegel sobre el perpetuo proceso de desarrollo *, y rechazaron su preconcebida concepción idealista; el estudio de la vida real les mostró que el desarrollo del espíritu no explica el de la naturaleza, sino que por el contrario conviene explicar el espíritu a partir de la naturaleza, de la materia. . . Contrariamente a Hegel y otros hegelianos, Marx y Engels eran materialistas. Enfocaron el mundo y la humanidad desde el punto de vista materialista, y comprobaron que, así como todos los fenómenos de la naturaleza tienen causas materiales, así también el desarrollo de la sociedad humana está condicionado por el de fuerzas materiales, las fuerzas productivas. Del desarrollo de estas últimas dependen las relaciones que se establecen entre los hombres en el proceso de producción de los objetos necesarios para satisfacer sus necesidades. Y son dichas relaciones las que explican todos los fenómenos de la vida social, las aspiraciones del hombre, sus ideas y sus leyes. El desarrollo de las fuerzas productivas crea las relaciones sociales, que se basan en la propiedad privada; pero hoy vemos también cómo ese mismo desarrollo de las fuerzas productivas priva a la mayoría de toda propiedad para concentrarla en manos de una ínfima minoría. Destruye la propiedad, base del régimen social contemporáneo, y tiende por sí mismo al mismo fin que se han planteado los socialistas. Estos sólo deben comprender cuál es la fuerza social que por su situación en la sociedad contemporánea está interesada en la realización del socialismo, e inculcar a esa fuerza la conciencia de sus intereses y de su misión histórica. Esta fuerza es el proletariado. Engels lo conoció en Inglaterra, en Manchester, centro de la industria inglesa, adonde se trasladó en 1842 para trabajar en una firma comercial de la que su padre era accionista. Engels no se limitó a permanecer en la oficina de la fábrica, sino que recorrió los sórdidos barrios en los que se albergaban los obreros y vio con sus propios ojos su miseria y sufrimientos. No se limitó a observar personalmente; leyó todo lo que se había escrito hasta entonces sobre la situación de la clase obrera inglesa y estudió minuciosamente todos los documentos oficiales que estaban a su alcance. Como fruto de sus observaciones y estudios apareció en 1845 su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra. Ya hemos señalado más arriba cuál fue el mérito principal de Engels como autor de dicho libro. Es cierto que antes que él muchos otros describieron los padecimientos del proletariado y señalaron la necesidad de ayudarlo. Pero Engels fue el primero en afirmar que el proletariado no es sólo una clase que sufre, sino que la vergonzosa situación económica en que se encuentra lo impulsa inconteniblemente hacia adelante y lo obliga a luchar por su emancipación definitiva. Y el proletariado en lucha se ayudará a sí mismo. El movimiento político de la clase obrera llevará ineludiblemente a los trabajadores a darse cuenta de que no les queda otra salida que el socialismo. A su vez, éste sólo será una fuerza cuando se convierta en el objetivo de la lucha política de la clase obrera. Estas son las ideas fundamentales del libro de Engels sobre la situación de la clase obrera en Inglaterra, ideas que todo el proletariado que piensa y lucha ha hecho suyas, pero que entonces eran completamente nuevas. Fueron expuestas en un libro cautivante en el que se describe del modo más fidedigno y patético las penurias que sufría el proletariado inglés. La obra constituía una terrible acusación contra el capitalismo y la burguesía. La impresión que produjo fue muy grande. En todas partes comenzaron a citar la obra como el cuadro que mejor representaba la situación del proletariado contemporáneo. Y en efecto, ni antes de 1845, ni después, ha aparecido una descripción tan brillante y veraz de los padecimientos de la clase obrera.
Engels se hizo socialista sólo en Inglaterra. En Manchester se puso en contacto con militantes del movimiento obrero inglés y empezó a colaborar en las publicaciones socialistas inglesas. En 1844, al pasar por París de regreso a Alemania, conoció a Marx, con quien ya mantenía correspondencia. En París, bajo la influencia de los socialistas franceses y de la vida en Francia, Marx también se hizo socialista. Allí fue donde los dos amigos escribieron La sagrada familia, o crítica de la crítica crítica. Esta obra, escrita en su mayor parte por Marx, y que fue publicada un año antes de aparecer La situación de la clase obrera en Inglaterra, sienta las bases del socialismo materialista revolucionario, cuyas ideas principales hemos expuesto más arriba. La sagrada familia es un apodo irónico dado a dos filósofos, los hermanos Bauer, y a sus discípulos. Estos señores practicaban una crítica fuera de toda realidad, por encima de los partidos y de la política, que negaba toda actividad práctica y sólo contemplaba "críticamente" el mundo circundante y los sucesos que ocurrían en él. Los señores Bauer calificaban desdeñosamente al proletariado como una masa sin espíritu crítico. Marx y Engels protestaron enérgicamente contra esa tendencia absurda y nociva. En nombre de la verdadera personalidad humana, la del obrero pisoteado por las clases dominantes y por el Estado, exigieron, no una actitud contemplativa, sino la lucha por una mejor organización de la sociedad. Y, naturalmente, vieron en el proletariado la fuerza capaz de desarrollar esa lucha en la que está interesado. Antes de la aparición de La sagrada familia, Engels había publicado ya en la revista Anales franco-alemanes, editada por Marx y Ruge, su Estudio crítico sobre la economía politica, en el que analizaba, desde el punto de vista socialista, los fenómenos básicos del régimen económico contemporáneo, como consecuencia inevitable de la dominación de la propiedad privada. Sin duda, su vinculación con Engels contribuyó a que Marx decidiera ocuparse de la economía política, ciencia en la que sus obras produjeron toda una revolución.
De 1845 a 1847 Engels vivió en Bruselas y en París, alternando los estudios científicos con las actividades prácticas entre los obreros alemanes residentes en dichas ciudades.
Allí Engels y Marx se relacionaron con una asociación clandestina alemana, la "Liga de los Comunistas" que les encargó expusieran los principios fundamentales del socialismo elaborado por ellos. Así surgió el famoso Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels, que apareció en 1848. Este librito vale por tomos enteros: inspira y anima, aún hoy, a todo el proletariado organizado y combatiente del mundo civilizado.
La revolución de 1848, que estalló primero en Francia y se extendió después a otros países de Europa occidental determinó que Marx y Engels regresaran a su patria. Allí en la Prusia renana, asumieron la dirección de la Nueva Gaceta Renana, periódico democrático que aparecía en la ciudad de Colonia. Los dos amigos eran el alma de todas las aspiraciones democráticas revolucionarias de la Prusia renana. Ambos defendieron hasta sus últimas consecuencias los intereses del pueblo y de la libertad, contra las fuerzas de la reacción. Como se sabe, éstas triunfaron, Nueva Gaceta Renana fue prohibida, y Marx, que durante su emigración había perdido los derechos de súbdito prusiano, fue expul sado del país; en cuanto a Engels, participó en la insurrección armada del pueblo, combatió en tres batallas por la libertad, y una vez derrotados los insurgentes se refugió en Suiza, desde donde llegó a Londres.
También Marx fue a vivir a Londres; Engels no tardó en emplearse de nuevo, y después se convirtió en socio de la misma casa de comercio de Manchester en la que había trabajado en la década del 40. Hasta 1870 vivió en Manchester, y Marx en Londres, lo cual no les impidió estar en estrecho contacto espiritual: se escribían casi a diario. En esta correspondencia los amigos intercambiaban sus opiniones y conocimientos, y continuaban elaborando en común el socialismo científico. En 1870, Engels se trasladó a Londres, y hasta 1883, año en que murió Marx, continuaron esa vida intelectual compartida, plena de intenso trabajo. Como fruto de la misma surgió, por parte de Marx, El Capital, la obra más grandiosa de nuestro siglo sobre economía política, y por parte de Engels, toda una serie de obras más o menos extensas. Marx trabajó en el análisis de los complejos fenómenos de la economía capitalista. Engels esclarecía en sus obras, escritas en un lenguaje muy ameno, polémico muchas veces, los problemas científicos más generales y los diversos fenómenos del pasado y el presente, inspirándose en la concepción materialista de la historia y en la doctrina económica de Marx. De estos trabajos de Engels citaremos la obra polémica contra Dühring (en ella el autor analiza los problemas más importantes de la filosofía, las ciencias naturales y la sociología)**, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (traducida al ruso y editada en San Petersburgo, 3a ed. de 1895), Ludwig Feuerbach (traducción al ruso y notas de J. Plejánov, Ginebra, 1892)[2], un artículo sobre la política exterior del gobierno ruso (traducido al ruso y publicado en Sotsial-Demokrat, núms. 1 y 2, en Ginebra)[3], sus magníficos artículos sobre el problema de la vivienda[4], y finalmente, dos artículos, cortos pero muy valiosos, sobre el desarrollo económico de Rusia (Federico Engels sobre Rusia, traducción rusa de V. Zasúlich, Ginebra 1894)[5]. Marx murió sin haber podido terminar en forma definitiva su grandiosa obra sobre el capital. Sin embargo, estaba concluida en borrador, y después de la muerte de su amigo, Engels emprendió la ardua tarea de redactar y publicar los tomos II y III. En 1885 editó el II y en 1894 el III (no tuvo tiempo de redactar el IV[6]). Estos dos tomos le exigieron muchísimo trabajo. El socialdemócrata austríaco Adler observó conrazón que, con la edición de los tomos II y III de El Capital, Engels erigió a su genial amigo un monumento majestuoso en el cual, involuntariamente, grabó también con trazos indelebles su propio nombre. En efecto, esos dos tomos de El Capital son la obra de los dos, Marx y Engels. Las leyendas de la antiguedad relatan diversos ejemplos de emocionante amistad. El proletariado europeo puede decir que su ciencia fue creada por dos sabios y luchadores cuyas relaciones superan a todas las conmovedoras leyendas antiguas sobre la amistad entre los hombres. Siempre, y por supuesto, con toda justicia, Engels se posponía a Marx. "Al lado de Marx -- escribió a un viejo amigo suyo -- siempre toqué el segundo violín."[7] Su afecto por Marx mientras vivió, y su veneración a la memoria del amigo desaparecido fueron infinitos. Este luchador austero y pensador profundo, tenía una gran sensibilidad.
Durante su exilio, después del movimiento de 1848-1849, Marx y Engels se dedicaron no sólo a la labor científica. Marx fundó en 1864 la "Asociación Internacional de los obreros"[8] que dirigió durante un decenio. También Engels participó activamente en sus tareas. La actividad de la "Asociación Internacional" que, de acuerdo con las ideas de Marx, unía a los proletarios de todos los países, tuvo una enorme importancia para el desarrollo del movimiento obrero. Pero inclusive después de haber sido disuelta dicha asociación en la década del 70, el papel de Marx y Engels como unificadores de la clase obrera no cesó. Por el contrario, puede afirmarse que su importancia como dirigentes espirituales del movimiento obrero seguía creciendo constantemente, porque propio movimiento continuaba desarrollándose sin cesar. Después de la muerte de Marx, Engels siguió siendo el consejero y dirigente de los socialistas europeos. A él acudían en busca de consejos y directivas tanto los socialistas alemanes, cuyas fuerzas iban en constante y rápido aumento, a pesar de las persecuciones gubernamentales, como los representantes de países atrasados, por ejemplo españoles, rumanos, rusos, que se veían obligados a estudiar minuciosamente y medir con toda cautela sus primeros pasos. Todos ellos aprovechaban el riquísimo tesoro de conocimientos y experiencias del viejo Engels.
Marx y Engels, que conocían el ruso y leían las obras aparecidas en ese idioma, se interesaban vivamente por Rusia, seguían con simpatía el movimiento revolucionario y mantenían relaciones con revolucionarios rusos. Antes de ser socialistas, los dos habían sido demócratas y el sentimiento democrático de odio a la arbitrariedad política estaba profundamente arraigado en ellos. Este sentido político innato, agregado a una profunda comprensión teórica del nexo existente entre la arbitrariedad política y la opresión económica, así como su riquísima experiencia de la vida, hicieron que Marx y Engels fueran extraordinariamente sensibles en el aspecto político. Por lo mismo, la heroica lucha sostenida por un puñado de revolucionarios rusos contra el poderoso gobierno zarista halló en el corazón de estos dos revolucionarios probados la más viva simpatía. Y por el contrario, era natural que la intención de volver la espalda a la tarea inmediata y más importante de los socialistas rusos -- la conquista de la libertad política --, en aras de supuestas ventajas económicas, les pareciese sospechosa e incluso fuese considerada por ellos como una traición a la gran causa de la revolución social. "La emancipación del proletariado debe ser obra del proletariado mismo", enseñaron siempre Marx y Engels. Y para luchar por su emancipación económica, el proletariado debe conquistar determinados derechos políticos. Además, Marx y Engels veían con toda claridad que una revolución política en Rusia tendría también una enorme importancia para el movimiento obrero de Europa occidental. La Rusia autocrática ha sido siempre el baluarte de toda la reacción europea. La situación internacional extraordinariamente ventajosa en que colocó a Rusia la guerra de 1870, que sembró por largo tiempo la discordia entre Alemania y Francia, no hizo, por supuesto, más que aumentar la importancia de la Rusia autocrática como fuerza reaccionaria. Sólo una Rusia libre, que no tuviese necesidad de oprimir a los polacos, finlandeses, alemanes, armenios y otros pueblos pequeños, ni de azuzar continuamente una contra otra a Francia y Alemania, daría a la Europa contemporánea la posibilidad de respirar aliviada del peso de las guerras, debilitaría a todos los reaccionarios de Europa y aumentaría las fuerzas de la clase obrera europea. Por lo mismo, Engels, deseó fervientemente la instauración de la libertad política en Rusia, pues también contribuiría al éxito del movimiento obrero en Occidente. Con su muerte los revolucionarios rusos han perdido al mejor de sus amigos.

¡Memoria eterna a Federico Engels, gran luchador y maes tro del proletariado!

 1. Las palabras citadas en el epígrafe al artículo Federico Engels las tomó V. I. Lenin de la poesía del poeta ruso Nikolái Alexéievich Nekrásov En memoria de Dobroliúbov.

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