Una declaración de la organización calificó de miserable la actitud del Congreso Nacional por aprovecharse de la sangre derramada en los incidentes ocurridos la pasada semana en Curuguaty para consumar un golpe de Estado por vía del juicio político.
El pasado viernes 17 personas murieron -11 campesinos y seis policías- en los enfrentamientos que se produjeron en el contexto del desalojo de la finca Morumbí, propiedad del exsenador del opositor Partido Colorado Blas Riquelme, ocupada por campesinos para protestar por la escasez de tierras agrícolas.
Aunque, se habla de personas infiltradas entre los campesinos que provocaron el disturbio, el hecho llevó a la remoción del ministro del Interior, Carlos Filizzola, y al comandante de la policía, Paulino Rojas.
La maniobra está dirigida por lo más rancio y oscuro que tiene la política paraguaya y por ello no es de extrañar ignore el respeto al debido proceso lógico con garantías para ser un juicio justo, apuntó la organización.
Explicó que el apuro de los parlamentarios responde al pánico por la falta de respaldo popular a sus acciones y el conocimiento de la posición contraria de la mayoría de los paraguayos.
Al pueblo no le queda más que dar una lección de democracia a los golpistas llenando las plazas para expresar enérgicamente su repudio y defender la paz y el ejercicio pleno de las libertades civiles en Paraguay, subrayó el PCP.
mgt/jrr
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