Los movimientos izquierdistas y
posmodernos siempre se han caracterizado por una serie de razonamientos
alejados de la metodología revolucionaria arguyendo una serie de
opiniones basadas en un análisis falsario y oportunista, negando la
historia y otorgando un papel testimonial a los movimientos obreros y
las luchas revolucionarias a lo largo de la historia, haciendo borrón y
cuenta nueva renegando de todas las conquistas obtenidas por la clase
obrera en tiempos pretéritos, como si de ahí no se pudiera sacar nada
bueno.
En esta ocasión, quisiera destacar el
papel de uno de los argumentos más comunes utilizados contra el
socialismo científico. Según los posmodernos actuales, el comunismo es
algo antiguo, algo que no sirve para la sociedad actual ya que ésta ha
cambiado mucho desde que Marx y Engels desarrollaron su teoría, allá por
el siglo XIX.
Sería conveniente hacer un breve
análisis sobre la situación en la que se encontraba la clase obrera en
la época de estos dos maestros revolucionarios:
Durante el siglo XIX, las obreras y los
obreros de los novedosos complejos industriales vivían en condiciones
infrahumanas, trabajando hasta dieciséis horas al día, cobrando salarios
miserables, sin ningún tipo de protección social o ventaja, expuestos a
enfermedades laborales, y una serie de largos etcéteras. El modelo de
Estado era capitalista, es decir, se basaba en la explotación de los
obreros por parte de los capitalistas, se ejercía una coerción por parte
del Estado sobre la clase trabajadora para mantener el orden social
impuesto por la minoría burguesa, orden social que dependía de la
posesión de los medios productivos, ya que la garantía de que un grupo
esté oprimido por otro, depende en gran medida de quien controle tales
medios, pues los beneficios que tales medios puedan reportar pasarán a
manos de quien los posea.
Ahora bien, el modelo de producción
capitalista tenía una serie de taras que dificultaban el desarrollo de
la sociedad de manera equitativa, ya que al estar los medios de
producción en unas pocas manos, la mayoría de los trabajadores sufrían
la pobreza más absoluta, y curiosamente, cuanto mayor era la
concentración del capital en menos manos, mayor era el índice de pobreza
entre los miembros de la clase obrera.
Karl Marx y Federico Engels estudiaron a
fondo los problemas que generaba el capitalismo, y desarrollaron un
análisis minucioso sobre la dinámica de capitalismo a lo largo del
tiempo, llegando a formular la Ley de la Caída Tendencial de la Tasa de
Ganancia, que dejaba al descubierto el problema que tenía el sistema
capitalista para mantener los beneficios. El tiempo demostró que los
capitalistas sólo encontraron unas pocas opciones para mantener la tasa
de ganancia a salvo: la primera era aumentar la tasa de explotación
sobre las trabajadoras y los trabajadores, es decir, aumentar el número
de horas que trabajaban y reducir sus salarios -entre otras cosas-. La
segunda era la vía de la guerra, un método más que conocido para
reactivar la economía de los Estados en crisis, crisis la capitalista,
que es parte de su ser, pues su dinámica de desarrollo se rige por los
ciclos de expansión y contracción del capital.
Así pues, Marx y Engels idearon un
sistema que mejoraba las posibilidades para la clase obrera. Ese sistema
era el socialismo-comunismo.
El sistema socialista, a diferencia del
capitalista, se basaba en que los medios de producción deberían ser una
propiedad social, es decir, deberían pertenecer al conjunto de la clase
obrera ya que de esa manera, la mayoría de la población vería
posibilitado su desarrollo humano y social, además por supuesto de ser
la beneficiaria de los beneficios que los medios de producción
reportasen.
Como el Estado es una herramienta de
coerción de una clase sobre otra, en el socialismo los obreros serían la
clase opresora, que en última instancia acabaría con las clases
sociales, llegando a su fase final, el comunismo, de manera que el
Estado se extinguiese debido al nuevo orden social y la capacidad humana
para el desarrollo de este.
Posteriormente, la Revolución de
Octubre y el desarrollo del bloque socialista demostraron que se puede y
se debe vencer al capitalismo, desarrollando un sistema socialista que
garantice el bienestar y el desarrollo humano de las clases
trabajadoras.
Ahora podríamos hacer una breve exposición sobre la situación actual:
Los obreros sufren el abuso de los
burgueses allá donde haya trabajo, sus derechos más elementales están
siendo derribados uno por uno, los servicios sociales básicos se están
yendo a pique, el Estado capitalista restringe su libertad bajo la
coerción y la violencia del sistema, los explotadores siguen siendo una
minoría que controla los medios de producción, y curiosamente… se da el
elemento que demuestra que Marx, Engels, y los tantos que vinieron
después anunciaron: la caída tendencial de la tasa de ganancia por parte
de los capitalistas ha mostrado al capitalismo tal y como es, un
sistema enfermo desde que nació, que precisa de explotar, y seguir
explotando a los trabajadores de menos a más para mantener los
beneficios de unos pocos. Y por supuesto, la guerra… todos los días
recibimos noticias sobre los ataques de las fuerzas
capitalistas-imperialistas para obtener nuevos territorios que explotar
debido a los requisitos del mercado en decadencia de sus economías.
Con el estudio del marxismo descubrimos
que cualquier posicionamiento en contra de éste por el mero hecho de
ser una “ciencia del pasado” es puramente erróneo. Es por ello que los
marxistas debemos comprender el desarrollo del capitalismo y la crítica
marxista a este sistema, ya que no hay mejor arma para derrotarlo que el
socialismo-comunismo, es por ello que debemos mostrar cual es la vía
para la salida del capitalismo, pues no hay análisis más exacto y
certero que el marxista, por muy antiguo que pueda ser.
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