“La Sangre para ellos son medallas,
La matanza es acto de heroísmo,
¡Qué espanto causa el rostro del Fascismo!”
Bertolt Brecht
Toussaint Louventure
Ayer por la mañana una
banda de cuatro neonazis asesinaba en pleno centro de París al joven
militante anticapitalista Clément Méric, de apenas 18 años. Clément era
un antifascista, un convencido militante anticapitalista que participaba
activamente en el sindicato estudiantil francés combativo Solidarie e
involucrado plenamente en la lucha contra la homofobia y el racismo, en
definitiva un luchador consecuente en su lucha por el derrocamiento del
capitalismo y la unidad de clase obrera sin importar su país de origen
ni su orientación sexual. Los matones que cometieron tal crimen eran
cuatro individuos vinculados al grupo ultraderechista Jóvenes
Nacionalistas Revolucionarios (JNR), para mayor vergüenza el autor
material del asesinato a resultado ser un neonazi de origen español, en
fin parece ser que España no sólo exporta jóvenes cualificados y mano de
obra barata al extranjero si no que también exportamos a este tipo de
basura humana.
Han tardado poco en
salir a la palestra los principales líderes políticos burgueses
franceses, los cuales han salido para “lamentar y condenar” tan
espantoso crimen. El Presidente de la República, François Hollande, el
mismo criminal que no tuvo reparos en adentrase en la aventura colonial
en Malí y en alentar al terrorismo salafista en Siria, ha condenado el
hecho y ha prometido “. Hasta la líder del tradicional partido de la
ultraderecha francesa, Marine Le Pen, se ha desmarcado de los hechos y
ha calificado el ataque de “inadmisible “. Poco nos deben importar las
opiniones y las falsas lágrimas de cocodrilo que echen los burgueses
ante estos crímenes, pues nosotros sabemos que el origen material de la
criminal ideología fascista se encuentra en las raíces más profundas del
capitalismo.
Vemos como estos
criminales no agreden a banqueros, ni a altos ejecutivos, ni a
especuladores, no. Estos “valientes guerreros arios”, estos nacional
“revolucionarios” se dedican a agredir y asesinar a trabajadores
inmigrantes, a homosexuales y transexuales, a las minorías étnicas y
religiosas, a sindicalistas y militantes anticapitalistas como el joven
Clément. Y es que el fascismo, aunque se presente como fuerza
“revolucionaria”, “anticapitalista” e incluso “obrera” según sus
variantes, nosotros sabemos que se trata de una corriente política
ultrarreacionaria, que pretende explotar los valores más retrógrados de
la vieja sociedad capitalista (chauvinismo, xenofobia, exclusivismo
nacional, racismo, patriarcalismo, homofobia, etc..), en definitiva una
corriente cuyo papel principal es generar odio y división en el seno de
la clase obrera y que sirve como “escuadrón de choque” al servicio de
los patrones para atacar al movimiento obrero organizado. Ya lo dijo el
legendario bolchevique Jorge Dimitrov “El fascismo es el poder del
propio capital financiero. Es la organización del ajuste de cuentas
terrorista con la clase obrera y el sector revolucionario de los
campesinos y de los intelectuales. El fascismo, en política exterior, es
el chovinismo en su forma más brutal que cultiva un odio bestial contra
los demás pueblos.”
Esta comprobado que
cuando la clase obrera es consciente de su potencial y lucha
combativamente por obtener su cuota de poder que le pertenece y poder
zafarse de la explotación capitalista, cuando los patronos se ven
acorralados y ven peligrar su posición social estos no dudan en llamar
al fascismo a su rescate. Y esto no sólo lo podemos extrapolar a la
Alemania o a la Italia de los años 30, es algo que se presenta con más
actualidad que nunca. Vemos que cuando la crisis asoma en Europa, los
distintos partido ultranacionalistas y xenófobos avanzan posiciones en
Francia, Gran Bretaña, Escandinavia, Hungria, transmitiendo un mensaje
de odio racial y un chauvinismo estrecho cuyo principal objetivo es
impedir una alianza amplia entre la clase obrera foránea y extranjera
que se una para derribar el capitalismo. Vemos como en Grecia donde se
encuentra quizás el movimiento obrero más avanzado y el Partido
Comunista más potente de Europa, donde la situación del capitalismo se
encuentra en una situación crítica y amplias masas de población se ven
envueltos en una espiral de empobrecimiento teledirigida por el capital
monopolista europeo, surge el fascismo en su cara más oscura y criminal.
El Estado burgués no ha sido en Grecia un árbitro neutral en el
surgimiento y expansión del partido fascista “Amanecer Dorado”,
numerosas organizaciones de izquierda y sindicatos de clase han
denunciado la implicación de los cuerpos de seguridad griegos en el
surgimiento de “Amanecer dorado” así como su vinculación con distintos
empresarios helenos.
El movimiento popular
no se ha callado ante este nuevo crimen, al conocerse el fallecimiento
del compañero centenares de compañeros de clase se han concentrado en su
centro de estudios en un acto de repulsa contra el fascismo, por su
parte se han convocado una manifestación de repudio en la Plaza de Saint
Michel por parte de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia. Y es
que la respuesta ante el fascismo y sus criminales agresiones debe ser
la unidad y solidaridad de todos los obreros y estudiantes, sin importar
su país de origen.
Ya lo dijo el camarada Dimitrov,
“Nosotros no somos historiadores, situados al margen de la vida, somos militantes combativos de la clase obrera y estamos obligados a dar una contestación a la pregunta que atormenta a millones de obreros: «¿Cabe impedir, y por qué medios, la victoria del fascismo?» Y nosotros contestamos a esos millones de obreros: sí, camaradas, puede cerrarse el paso al fascismo. Es absolutamente posible. ¡Ello depende de nosotros mismos, de los obreros, de los campesinos, de todos los trabajadores!Impedir la victoria del fascismo depende ante todo de la actitud combativa de la propia clase obrera, de la cohesión de sus fuerzas en un ejército combatiente que luche unido contra la ofensiva del capital y del fascismo. El proletariado, al establecer su unidad de lucha, paralizaría la influencia del fascismo sobre los campesinos, sobre la pequeña burguesía urbana, sobre la juventud y los intelectuales, conseguiría neutralizar a una parte y hacer pasar a su lado a la otra.”
Manifestación en París, en el lugar donde el antifascista Clément Méric fue asesinado el miércoles por varios neonazis |
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