jueves, 6 de junio de 2013

Federico García Lorca, 115 años con nosotros.
























“Yo soy revolucionario, porque no hay un verdadero poeta que no sea revolucionario” FEDERICO Gª. LORCA
 Emiliano Gómez Peces

Federico García Lorca, poeta y dramaturgo español, nació el 5 de junio de 1898 en el municipio de Fuente Vaqueros (Granada), en el seno de una familia acomodada. Su padre, Federico García Rodríguez, era un respetado y próspero hacendado, y su madre, Vicenta Lorca, maestra de escuela, de quien el poeta dijo haber heredado su inteligencia e inclinaciones artísticas. Fue el mayor de cuatro hermanos: Francisco, Concha e Isabel.
Desde que tenía 2 años, Federico mostró una gran habilidad para aprender canciones populares. De salud frágil, no empezó a caminar hasta que tuvo cuatro años. Como estudiante fue algo irregular,  en Almería, ciudad en la que residió con su familia entre 1906 y 1909. Luego volvió a su provincia natal, donde inició el bachillerato. Comenzó a estudiar Derecho pero abandonó la Facultad de Granada, donde hizo amistad con Manuel de Falla -quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular-, para instalarse en la Residencia de Estudiantes de Madrid (1918–1928), donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Luis Buñuel o Salvador Dalí, a quien le uniría un importante vínculo personal y artístico . En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa, fue un fracaso. Pasado un tiempo, regresó a la Universidad de Granada, donde se licenció en Derecho, aunque nunca ejerció la abogacía, ya que su vocación era la literatura.
En 1921 publicó su primera obra en verso, Libro de poemas. Sin embargo, el reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación, en 1927, de Canciones y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico. Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en Canciones, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo (publicado en 1931). Con el Romancero gitano (1928)  obtuvo un éxito inmediato. En él se funden lo popular y lo culto para cantar al pueblo gitano.
En 1929, con serios problemas emocionales, Lorca viaja a Nueva York donde permaneció un año. Y es en sus calles y en la cercana y rural Vermont donde, tras enfrentarse a su homosexualidad, tendencias suicidas y profunda soledad, consigue recuperar el equilibrio. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo se materializaron en Poeta en Nueva York (publicada póstumamente en 1940), un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la civilización urbana y mecanizada.
Poco después de regresar a España, en 1930, y una vez proclamada la Segunda República, participa de un periodo de intensa actividad cultural y dirige la compañía estatal de teatro La Barraca. Su interés por el teatro, tanto en su vertiente creativa como de difusión, responde a una progresiva evolución hacia lo colectivo y un afán por llegar de la forma más directa posible al pueblo. Al estallar la Guerra Civil en 1936 le ofrecieron exilio político en Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera ser víctima de un atentado, sin embargo Lorca rechazó la oferta y volvió a Granada.
Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales (a excepción de dos libros de poesía: Diván del Tamarit y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías). Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico. Parecido es el asunto en Bodas de Sangre (1933), donde un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda. Entre todas ellas, destaca La Casa de Bernarda Alba (1936), considerada su obra maestra  y que fue también la última,
Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en la casa de su amigo, el falangista y poeta Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto en libertad «si no existía denuncia en su contra». Sin embargo, ninguno de sus amigos evitó que fuera fusilado en la mañana del 19 de agosto de 1936. La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán,  quien había ordenado al ex-diputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso la detención del poeta.
Federico García Lorca fue fusilado en el camino que va de Víznar a Alfacar, y su cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con el cadáver de un maestro nacional y de dos banderilleros, ejecutados con él. Sus declaraciones de que «en Granada se agita la peor burguesía de España», junto al hecho de ser republicano y homosexual pudieron convertirse en su sentencia de muerte. Hoy, 115 años después de su nacimiento, el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX y una de las cimas del teatro español de todos los tiempos, convertido ya en el máximo símbolo del sacrificio del pueblo español, víctima inocente de la vesania fascista, sigue desaparecido.

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