Pocas veces un presidente es
digno de palabras como las escritas para Rafael Correa del Ecuador, por
el ex agente de la CIA; Edward Snowden, ahora perseguido por Barack
Obama al haber publicado la red de espionaje cibernético de los Estados
Unidos hacia los ciudadanos del mundo.
Pocas veces palabras tan simples
soportan actos tan heróicos, más allá de la literatura épica. Hoy,
Snowden y Correa, le regalan a la humanidad una luz de esperanza, sin
distinción de nacionalidades, si es la lucha por la justicia lo que
impera.
“Existen pocos líderes mundiales que arriesgarían estar del lado de los derechos humanos de un individuo frente al gobierno más poderoso del planeta, y la valentía de Ecuador y su pueblo es un ejemplo para el mundo.
Debo expresar mi profundo respeto por
sus principios y mi sincero agradecimiento por la acción de su gobierno
al considerar mi solicitud de asilo político.
El Gobierno de los Estados Unidos de
América ha montado el mayor sistema de vigilancia del mundo. Este
sistema global afecta a toda vida humana vinculada a la tecnología;
grabando, analizando y sometiendo a un juicio secreto a cada miembro del
público internacional. Supone una grave violación de nuestros derechos
humanos universales cuando un sistema político perpetúa el espionaje
automático, generalizado y sin garantías contra personas inocentes.
De acuerdo a esta creencia, revelé este
programa a mi país y al mundo. Mientras el público ha expresado apoyo a
la luz que he arrojado sobre este sistema secreto de injusticia, el
Gobierno de los Estados Unidos de América ha respondido con una cacería
extrajudicial que me ha costado mi familia, mi libertad de movimiento, y
mi derecho a una vida pacífica, sin miedo a una agresión ilegal.
Mientras yo enfrento esta persecución,
ha habido un silencio por parte de aquellos gobiernos temerosos del
Gobierno norteamericano y sus amenazas.
Ecuador, sin embargo, se erigió para
defender el derecho humano de buscar asilo. La acción decisiva de su
Cónsul en Londres, Fidel Narváez, garantizó que mis derechos fueran
protegidos durante mi salida de Hong Kong – Nunca me podría haber
arriesgado a viajar sin esto.
Ahora, como resultado, me mantengo libre y capaz de publicar información que sirve al interés del público.
Sin importar los días que me resten de
vida, me mantendré dedicado a luchar por la justicia en un mundo
desigual. Si alguno de esos días contribuye al bien común, el mundo
deberá agradecer a los principios del Ecuador.
Por favor, acepte mi gratitud a usted,
como representante de su Gobierno y del pueblo de la República del
Ecuador, así como mi gran admiración personal por su compromiso para
hacer lo que es correcto, antes que lo que genera recompensa”.
Edward Joseph Snowden.
Publicado Por The Expulsor visto en: Oficio Rojo y La mancha obrera
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