“El lenguaje político sirve para hacer parecer verdad las mentiras y al asesinato cosa respetable”.
George Orwell
En 2004 Victor Yanukovych, quien
fuera Gobernador de Donetsk (1997 – 2002) y Primer Ministro (2002 –
2004) de Leonid Kushma, ganó las elecciones en Ucrania, pero el desorden
de la llamada “Revolución Naranja”, amplificado por una campaña de la
prensa internacional –la técnica de revoluciones de color– presionó a la
Corte Suprema para anular la elección y repetirla para imponer el
candidato de Bruselas y Washington: Victor Yushchenko.
En 2010 Yanukovych ganó con el 49%
de los votos contra el 45% de Julia Timoshenko, la primer ministro de
Yushchenko. En las elecciones parlamentarias de 2012, el partido de
Yanukovych gano 187 asientos contra 102 del de Timoshenko, un claro
aumento de apoyo electoral. La Sra.Timoshenko años antes había sido
condenada por corrupción en Rusia y lo fue de nuevo en Ucrania en un
caso sobre comercio de gas y fue enviada a prisión. La prensa
occidental comenzó entonces una campaña de difamación contra los
tribunales ucranianos y de exaltación de Santa Julia mártir, la de la
trenza aureolada.
Las nuevas elecciones
presidenciales de Ucrania estaban previstas para diciembre 2014. Desde
el 2013 comenzó una campaña de la prensa internacional contra Yanukovych
preparando a la opinión pública internacional para un golpe de Estado.
Estados Unidos “invirtió” 5 mil millones de dólares en organizar y
entrenar grupos para cambiar el gobierno ucraniano, según las palabras
de la Secretario de Estado Adjunto para Europa del Este, Victoria
Nuland, ante una reunión del Club Nacional de la prensa, auspiciada por
Chevron.
Desde enero, grupos entrenados por
Washington y Bruselas, invadieron violentamente Kiev, ocuparon edificios
públicos y exigieron la dimisión de las autoridades legítimas, cuando
faltaba menos de un año para nuevas elecciones. Según testigos, su modo
operativo mostraba formación y la coordinación militar, en lo que,
según Haaretz, participó personal israelí. Otros vieron como personal
norteamericano, alemán y polaco dirigían las protestas, donde junto a
grupos ucranianos actuaban mercenarios moldavos, turcos, afganos y
árabes.
La gran prensa elogió las
violencias. Altos funcionarios europeos y americanos fueron a Kiev para
mostrar apoyo al alzamiento; tal como Victoria Nuland dando galletas a
los revoltosos. Obama pidió la renuncia del “dictador” Yanukovych. La
prensa siempre reportó desde el lado de los manifestantes; nunca del
lado de la policía que sufrió muchos muertos y heridos. Los políticos
de oposición ucranianos buscaron el poder sin apelar nunca a las masas,
sino ante funcionarios norteamericanos y europeos; Ángela Merkel en
especial. Se puede especular sobre qué pasaría si funcionarios
extranjeros incitasen a ocupar con violencia oficinas públicas en
Washington y a destituir a Obama. Si Yanukovych fue culpable de algo,
fue de indecisión y no de violencia o terquedad. Su gobierno llegó a un
acuerdo con los revoltosos, garantizados por cancilleres de la UE, que
los revoltosos no cumplieron.
El momento para derrocar con un
desorden artificial a un gobierno legítimo, en las fronteras de Rusia,
fue obviamente calculado: los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi.
Rusia hacía de anfitrión mundial y la atención del mundo se enfocaba
fraterna a otro lado, como cuando durante los Juegos Olímpicos de
Beijing el ejército de Georgia atacó Ossetia del Sur.
Hubo muertos y heridos, entre la
policía y los manifestantes. Según el testimonio del Ministro de
Relaciones Exteriores de Estonia, Urmas Paet, quien habló con la Doctora
Olga Bogolomets, la médico jefe de la clínica móvil en la Plaza Maiden
cuando la protesta se hizo violenta en Kiev, la doctora le mostró fotos y
le dijo que ambos bandos habían sido víctimas de los mismos
francotiradores; que se había usado el mismo tipo de balas. Ella añadió
que lo más chocante era que el “gobierno provisional” no quería
investigar lo sucedido. Cuando Paet habló sobre eso con la Jefa de
Relaciones Exteriores de la UE, Catherine Ashton, ella solo dijo: Oh!
Que terrible! pero no hizo nada. Ahora se acusa a Yanukovych y sus
ministros de esos asesinatos.
Pareciera que Washington y Bruselas
aplicaron en Ucrania –fuera del golpe militar- todas las técnicas de
golpe de estado que los anglo-sajones han practicado en el Tercer Mundo
desde la época napoleónica. Primero, los bancos endeudaron a Ucrania
por 138 mil millones (PIB 176 mil millones, 2012) con pagos pendientes este
año por 8 mil millones, lo que limita las políticas independientes y
resulta siempre en corrupción. Segundo, se apoyó financieramente a muy
diferentes partidos políticos para dirigirlos hacia un objetivo político
común. Tercero, se desató una campaña de prensa para desacreditar el
gobierno y demonizar a sus líderes. Cuarto, se financió y se entrenó a
grupos para fomentar desórdenes violentos. Quinto, se usó
francotiradores para disparar contra ambos bandos y generar odio y
violencia, como en Siria. Sexto, se aplicó el truco usado recientemente
en Honduras y Paraguay: el Golpe Parlamentario.
En Ucrania se hizo con la invasión
del Parlamento por matones armados, que causaron la fuga de la mayoría
de los parlamentarios del gobierno. Luego, bajo evidente amenaza y tal
vez con sobornos llevaron al resto a destituir al Presidente en una
súbita sesión, sin siquiera juicio. Para el estándar democrático de la
OTAN, no importa que el presidente “destituido” no haya sido nombrado
por el Parlamento, sino por votación popular directa; igualmente los
gobiernos de la OTAN reconocieron enseguida al ya previsto “gobierno
provisional”.
El gobierno usurpador
El “gobierno provisional” puede llamarse también el Gobierno Oligarca. El Presidente es Oleksandr Turchynov, un
pastor evangélico, pero quien manda es el Primer Ministro Arseniy
"Yats" Yatsenyuk – un banquero judío, escogido por Victoria Nuland para
ser el títere de la OTAN-.Turchov y Yatsenyuk pusieron varios oligarcas a
gobernar las regiones donde el apoyo a Yanukovych es mayor. Es fácil
asumir que por su potencial para sobornos políticos.
Uno de ellos es Ihor Kolomosky, un
banquero, empresario metalúrgico y patrón de medios millardario, también
miembro prominente de la comunidad judía ucraniana y cuyos diarios
dieron una cobertura favorable a las revueltas. Se le nombró gobernador
de su patria chica: Dnepropetrovsk.
Putin dijo de él que es un estafador y explicó como Kolomosky había
robado 2 millardos a un socio. Kolomosky es bien conocido como amigo de
Julia Timoshenko, la antigua primer ministro cuya primera llamada al
salir de prisión fue para Angela Merkel.
Otro es Serhiy
Taratuta, el hombre más rico de Ucrania en 2009, según Forbes, que fue
nombrado gobernador de su nativa Donetsk. El 9 de marzo, ya enfrentó un
alzamiento popular para reinstalar a Pavel Gubarev, el anterior
gobernador; alzamientos que se repiten en otras provincias.
El
clima político se pondrá peor, porque el Fondo Monetario Internacional
mandó a Ucrania una “misión investigadora” la semana pasada. Las
reservas de Ucrania ya habían bajado de US$17,8 mil millones a 15 mil millones en las últimas cuatro semanas. Después de la visita del FMI los
ucranianos de todas las tendencias aprenderán lo que significa “ajuste
estructural”.
La
mayoría ucraniana de lengua rusa está tan furiosa con la corrupción, el
desempleo y la desigualdad económica como los ucranianos del oeste;
pero la gente puesta al mando por las turbas no trae un cambio
revolucionario. Son las mismas caras conocidas por su corrupción y su
complicidad en enriquecer a los oligarcas ucranianos. Esta vez, para
servir intereses foráneos, parecen querer borrar la milenaria herencia
cultural ucraniana. La inquietud en el centro y el oeste de Ucrania
aumentó desde que los usurpadores anularon la ley que permitía el uso
del ruso como lengua oficial en esas zonas. Es una prueba de su
tendencia anti-rusa y pro- OTAN. Una prueba de su autoritarismo es la
proscripción del Partido Comunista, que sacó el 13% de los votos en la
última elección.
Desde
su independencia, las encuestas en Ucrania muestran una gran mayoría
contraria a ser parte de la OTAN, pero el gobierno “de facto” quiere
ignorarlo. En su campaña electoral, Victor Yanukovych se postuló como
contrario a la OTAN y su Partido de las Regiones hizo del
no-alineamiento la estrategia de seguridad del país, como en Finlandia,
Suecia e Irlanda.
Crimea
Crimea
ya fue objeto de la ambición anglo-sajona en la Guerra de Crimea (1853 –
56) pero quedó rusa. La vasta mayoría de su población sigue siendo
rusa; por ello cuando Kruschev la anexo a Ucrania, fue como República
Autónoma. Después del Golpe de Estado en Kiev, el gobierno local
permaneció leal a Yanukovych y rechazó los intentos de invadir Crimea
con matones mercenarios y de crear una rebelión de los tártaros locales.
El gobierno “de facto” comenzó entonces a hablar de una invasión rusa
de la Crimea.
La
prensa y los gobiernos de la OTAN quieren ignorar que Crimea es la base
de la flota rusa del Mar Negro y que de acuerdo al tratado
Ruso-Ucraniano de 1997, hasta el año 2040, Rusia tiene derecho a
mantener allí hasta 27 mil hombres, aunque por el momento solo hay 16
mil. Lo que la gran prensa reporta como “gente en uniforme” cuidando
edificios públicos son las milicias locales de autodefensa y las
unidades ucranianas que permanecen fieles al Presidente Yanukovych y al
Gobierno de Crimea.
El
Gobierno de Crimea, confrontado a los usurpadores de Kiev que quieren
ignorar sus legítimas credenciales, ha decidido consultar al pueblo
sobre su futuro. Es un ejercicio de auto-determinación de impecable
credencial democrática, reconocido por la ONU; aunque abusado por
Estados Unidos arrancar provincias a países; desde Panamá hasta Kosovo.
La cuestión energética
El 66% del gas ruso que se exporta a la UE y Turquía (86 bcm)se
hace por Ucrania, pero ésta va perdiendo importancia como red de
tránsito. Hay dos nuevos gasoductos submarinos, el Gasoducto del Norte y
el Gasoducto del Sur que pasan fuera de Ucrania. El Gasoducto del
Norte, terminado en 2011, conecta a Rusia con Alemania por el Mar
Báltico. El Gasoducto del Sur, que pasa por debajo del Mar Negro,
estará listo para 2015.
El
monopolio ruso Gazprom había llegado a un acuerdo con Yanukovych para
bajar el precio del gas destinado a Ucrania, de US$400 por 1.000 m3 a
US$268,5, desde el 2014. La política anti-rusa del gobierno usurpador
no favorece la continuación de ese descuento. La deuda por gas de
Ucrania con Rusia en este momento es de US$1,5 millardos.
Un maligno rizo del rizo geopolítico
Rusia no va a pedir la indulgencia o la bendición de Occidente. Alea jacta est,
la suerte está echada, Crimea es una pieza perdida en el gran tablero
de la OTAN. Ahora lo que hay es un problema de tres colas para los
conspiradores euro–americanos: a) como salvar sus intereses económicos
en Rusia (comercio UE con Rusia medio billón; EE UU 40 millardos); b)
castigar a Rusia o a los autores del fracaso; c) expandir la integración
europea después del choque.
Herman Van Rompuy, Presidente del Consejo Europeo, dijo, el primero de febrero, en la conferencia sobre seguridad de Munich: “para
los europeos y americanos, las economías se basan en reglas y las
sociedades en valores – esto es lo que somos, es lo que significamos
para tantos y lo que juntos debemos representar para el mundo”.
Palabras huecas, porque ni sus reglas ni sus valores tuvieron éxito en
liberar sus países del peso de una decadencia socio-económica, política e
intelectual, ni restauraron sus identidades, su moralidad o su
espíritu.
La
tonada que hoy cautiva el oído de los electores en Europa es el
euro-escepticismo, porque ofrece una valoración de asuntos vitales para
tantos europeos dejados fuera de la mesa en la cena transnacional. El
“déficit democrático” es una inexorable realidad y es raro encontrar en
Europa quien apoye la perspectiva sombría que pintan quienes hacen la
política en Bruselas.
Hay
una trampa mental convertida en un peligroso rizo del rizo geopolítico
para el estilo de maniobra Euro–Atlántico, se trata del “Despertar
Político Global” nutrido por Zbigniew
Brzezinsky. Se le lanzó como una estrategia de EE.UU. para el Medio
Oriente, pero aterrizó, como un Caballo de Troya, en la llamada
Euromaidan de Kiev. Fue algo articulado por Van Rampuy en Munich: “A
pesar de la geopolítica, hemos ofrecido a Ucrania una relación más
cercana con la Unión Europea, con los países a su oeste… y sabemos que
el tiempo está de nuestro lado. El futuro de Ucrania pertenece a la
Unión Europea”.
Quienes hacen la política en Bruselas tienen sus mentes controladas por Washington y el paradigma de Brzezinsky, quien ve a Ucrania como “un reducto occidental que impida la reencarnación de la Unión Soviética, porque sin ésta Rusia cesa de ser un imperio”.
El Dr. Brzezinsky, desafortunadamente, enseñó bien como odiar y temer a
Rusia, pero, por suerte, su legado geopolítico es anticuado, porque el
mundo moderno no soporta vivir dos conceptos opuestos al mismo tiempo:
mundialismo unilateral vs diversidad del diálogo civilizado.
Conclusiones y recomendaciones
Las
amenazas de Estados Unidos de sanciones económicas y de otro tipo
contra Rusia en caso de auto-determinaciones en Ucrania favorables a una
integración con Rusia son risibles. El poder económico de EE.UU. se
desvanece y Rusia tiene suficiente músculo económico para hacer sentir
sus represalias en Londres y New York. Si las cosas se calientan,
China, aliada de Rusia, puede dar una mano en fundir el dólar, para
disminuir las tensiones.
Rusia
puede declarar inaceptable la injerencia de EE.UU. y la UE en los
asuntos ucranianos, apoyar el regreso a la legalidad apoyando los
partidos pro-rusos y acercándose a los partidos nacionalistas ucranianos
que estarían incómodos bajo la tutela de Bruselas.
La
Crimea y otras partes de Ucrania pudieran integrarse con Rusia,
mientras Europa absorbe la Ucrania Occidental en bancarrota; algo como
una restitución de territorios anexados desde la segunda guerra mundial.
Los
rusos y los alemanes debieran recordar que –como Bismarck bien
demostró- la paz europea está a salvo y la cultura europea florece
cuando ambos países actúan de acuerdo.
Ginebra/Moscú 12/03/2014
-
Umberto Mazzei, Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de
Florencia, Italia; Director del Instituto de Relaciones Económicas
Internacionales Sismondi, en Ginebra, Suiza.
-
Roxanna Zigon, Master en Economía Internacional de la Universidad de
Lubliana, Eslovenia; Doctorante en Relaciones Internacionales de la
Escuela de Diplomacia y Relaciones Internacionales de Ginebra, Suiza.
Bibliografía: escritos y opiniones sobre el tema de Ernesto Wong Maestre, James Petras, Pepe Escobar,Joseph Kishore, Paul Craig Roberts, Eric Margolis, Finian Cunningham, William Blue, Francis Boyle, Mike Whitney, Zbigniew Brzezinsky, Vladimir Putin.
http://alainet.org/active/72040
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