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Por lo general es costumbre, por parte de los Grandes Medios de
Difusión Masiva, emitir análisis parciales sobre protagonistas que
personifican inclinaciones contrarias a los intereses que esos mismos
medios suelen defender, por la sencilla razón de pertenecer al engranaje
de un sistema económico que tiene como norte primordial el interés
particular.
Pues bien…
Para nada debía extrañarnos el comportamiento de los Grandes Medios
de “Comunicación”, tanto nacionales como internacionales, hacia las
pasadas elecciones presidenciales desarrolladas en Venezuela, donde
claramente se podía observar y palpar la inclinación preferencial hacia
un candidato: Henrique Capriles; y rechazo a su contraparte: Hugo
Chávez.
Para los Grandes Medios el candidato Henrique Capriles era
prácticamente el “salvador” que venía a salvar a los venezolanos; y Hugo
Chávez era el presidente de las nacionalizaciones, el que atentaba
contra la libre expresión, el enfermo de cáncer que no podía durar mucho
tiempo con vida, o el que quería como un capricho proseguir en la
presidencia hasta completar los 20 años.
Los Grandes Medios sabían la relevancia de las elecciones
presidenciales a realizarse en Venezuela, por lo que no fue de
sorprender su interés por cubrir un episodio trascendental para la
región latinoamericana.
En el fondo (los Grandes Medios) estaban para hacer parte de un
espectáculo triunfalista si la parte de su preferencia lograba imponerse
sobre el candidato que no le era de su agrado. Pero sabido los
resultados (Chávez con 54,42% de preferencia y Capriles con 44,97%),
avalados por un ejercito de observadores internacionales, y con el
reconocimiento de su “pupilo”, no tuvieron más remedio que retirarse con
la cola entre las piernas y reconocer la victoria obtenida por el
candidato que no era de su preferencia: Hugo Chávez.
Puede que hasta incluso Hugo Chávez halla recibido el reconocimiento
de los mayordomos del Gran Capital, como gesto especial hecho para “la
foto”, pero en el fondo sabemos que Hugo Chávez sigue siendo un enemigo
al cual doblegar por parte del Gran Capital.
Terminada las elecciones, ¿lo Grandes Medios tuvieron el interés de
ahondar con respecto al significado de las elecciones en Venezuela y el
triunfo de Hugo Chávez? Obviamente aquello no se hizo, ya que lo que
menos se deseaba era darles ejemplos a los pueblos presos de una
“Democracia” que les niega participación y voz cuando más lo necesitan.
¿Por qué no se habrá hecho hincapié en el hecho de que hubo una
participación de 80,94% del total del electorado frente al hecho de que
no existe en Venezuela el voto obligatorio, como sí ocurre en gran parte
de América Latina? ¿Por qué no se habrá hecho comparaciones con
respecto a la participación del electorado en otros países cuando por lo
general tener una participación del 60% suele ser ya meritorio? ¿Cuánto
será el promedio de participación electoral en los EEUU, la “Democracia
más desarrollada del mundo”?
Quizá muchos no puedan ver la trascendencia de Hugo Chávez para los
pueblos de Latinoamérica ni mucho menos para la Democracia, producto del
bombardeo sistemático e ideológico que de los Medios Capitalistas se ve
desprendido. Pero Hugo Chávez tiene una relevancia que muchos ignoraban
iba a tener.
El presidente de Venezuela Hugo Chávez, quieran o no algunos, fue
quien instaló el concepto de socialismo en un momento cuando dicho
concepto estaba relegado y relacionado con el “fracaso”, producto de la
caída de la Unión Soviética (hoy Rusia) en 1991. Pero no solo dio nuevo
realce a dicho concepto sino que también dio realce a otros conceptos
que la ideología dominante (capitalista) había instalado en el
imaginario colectivo como conceptos “trasnochados” y que hasta hoy se
esfuerzan en denigrar.
Para nada hoy es una novedad encontrarnos con presidentes
latinoamericanos (Ecuador, Bolivia, Nicaragua) utilizar dentro de su
lenguaje conceptos como socialismo, imperialismo, anti-imperialismo,
burguesía, poder popular, revolución, fuerzas reaccionarias, etc. La
utilización de dichos conceptos ha permitido a muchos acercarse sin
miedo a ideologías que se tenían por “trasnochadas”. Y si, a su vez,
vemos dicha utilización a largo plazo, nos habremos de encontrar poco a
poco con pueblos concientes de su propia clase con respecto a las clases
dominantes, lo que, además, permitiría desarrollar corrientes de
pensamiento adecuados para el enfrentamiento irremediable contras las
fuerzas opuestas al desarrollo de los pueblos.
Otro de los puntos que hace que sea trascendente la figura del
presidente Hugo Chávez es que haya puesto en acción el ejercicio de la
Democracia a distancias nunca vistas en Latinoamérica y, nos
atreveríamos a decir, el mundo.
La participación popular en Venezuela no solo se circunscribe a las
elecciones presidenciales, parlamentarias o regionales que se dan cada
ciertos años, sino que va acompañada de otros mecanismos de
participación popular como lo son los referéndum.
La Democracia ejercida en Venezuela es el punto cual más le entra a
doler la cabeza a las élites dominantes capitalistas, acostumbrados a
monopolizar y vender un concepto de Democracia que hace aprisionar a los
individuos y que suele escabullirse cuando los pueblos más necesitan
expresarse, impulsando el consiguiente desinterés por la política.
Stolpkin.net
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