miércoles, 14 de marzo de 2012

Presentado en Caracas el Libro: Fidel Castro Ruz GUERRILLERO DEL TIEMPO

Katiuska Blanco Castiñeira, autora del libro, en fraternal encuentro con los asistentes al evento se refirió al arduo trabajo realizado y compilado en dos tomos de más de mil páginas en los siguientes términos:
“lo concibo como una expedición a la historia, el primer tomo de esta obra abarca desde la niñez, la adolescencia y la primera juventud de Fidel, desde el pequeño poblado de Birán –donde nació- hasta La Habana de los 50 cuando ya graduado comienza a ejercer con pasión la abogacía en defensa de los pobres y de las ideas revolucionarias. Creo que lo que resume el primer tomo de alguna manera es que Fidel habla no solo de sus experiencias y de aquello que en su infancia y su primera juventud le fue más entrañable, algo como lo que él una vez dijo en Birán, lo que guardaba en su corazón, de alguna manera creo que en este libro es la primera vez que se escucha la voz de Fidel desde lo más íntimo, en esa primera etapa Fidel hace un retrato no solo de su vida inicialmente, sino de la época vivida, del tiempo de Cuba en otro tiempo, y creo que eso resume todo lo que de alguna manera pueda hablarse en ese primer tomo”.
            Katiuska leyó fragmentos de la introducción del libro donde se narra su primer contacto con Fidel y el inicio del proyecto, anunciado a Katiuska por el propio Fidel un día después del anuncio de su enfermedad en 2006, narró la autora: “El 1ro. de agosto, la voz de Fidel me sorprendió temprano: al otro día comenzaríamos a trabajar. Se encontraba presto a emprender la ardua labor de ampliar y enriquecer las respuestas dadas al periodista Ignacio Ramonet, pues había prometido una nueva edición del libro Cien Horas con Fidel, y temía que la obra quedara inconclusa, lo percibí en su desvelo por adelantar cuanto fuera posible, a pesar de su delicado estado de salud.” “…Recuerdo emocionada que cuando me recibió aquel día de agosto, estaba entre la vida y la muerte, sin embargo, me habló con valentía y seguridad de sus últimos disparos al tiempo: se concebía como un fusil guerrilero, de ahí el título del libro.”
            Luego dio la palabra a Miguel Barnet, quien resumió lo contenido en el segundo tomo del libro, que aborda la etapa donde el joven Fidel se convierte en un revolucionario. Tanto Katiuska como Miguel se refirieron a los lazos históricos que unen a la Revolución Cubana con Venezuela y su Revolución y recordaron la visita de Fidel a Caracas a pocos días del triunfo de la Revolución Cubana, en 1959: “fue algo realmente inolvidable, Fidel, todos los revolucionarios, todos los cubanos, le estuvimos muy agradecidos al General o Comandante Wolfang Larrazabal que envió armas desde aquí en un avión para la Sierra Maestra y eso no lo vamos a olvidar nunca” afirmó Miguel Barnet para ratificar que no es casual que el libro se presente en Caracas luego de la presentación en Cuba.
            Barnet resumió el contenido del segundo tomo de esta manera: “El tomo II de esta obra tan abarcadora, cubre un diapasón muy amplio que va, desde el golpe de Estado de Batista, hasta la ofensiva, la contraofensiva y el triunfo revolucionario.
            Cada uno de estos capítulos va develando el desarrollo creciente de una mentalidad que, en medio del fragor de los hechos políticos y las contradicciones, va incubando el más sólido pensamiento revolucionario, el que daría al traste con la dictadura y el capitalismo dependiente que vivía Cuba.
            Guerrillero del Tiempo, tomo II, muestra la estatura moral de un ser humano cuya dimensión, como ha dicho Wilfredo Lam es imposible de medir. En la última carta que escribió a su hermana Lidia en mayo de 1955, desde la cárcel, confiesa: “Valdré menos cada vez que me haya acostumbrado a necesitar más cosas para vivir, cuando olvide que es posible estar privado de todo sin sentirse infeliz. Así he aprendido a vivir, y eso me hace tanto más temible como apasionado defensor de un ideal que se ha reafirmado y fortalecido en el sacrificio. Podré predicar con el ejemplo que es la mejor elocuencia…”, termina la cita.
            “Libros solo he necesitado –dice- y los libros los tengo considerados como bienes espirituales”.  

Extraido de "http://www.revolucionomuerte.org/"

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