Durante el encuentro de
los ex prisioneros del campo de concentración chileno de Chacabuco, la
antigua oficina salitrera en la pampa de Antofagasta, un grupo de
antiguos reclusos de la dictadura de Pinochet se dio a la tarea de
encontrar una botella enterrada, con un mensaje escrito en octubre de
1974, cuando se cerró el campo.
Tras un debate acerca de la
locación exacta, y con gran emoción, excavaron en el pequeño patio de la
vivienda y encontraron una botella intacta. En la parte exterior, uno
de los presos -un químico- escribió “VENENO”, y una fórmula terrorífica,
para espantar intrusos.
La carta aun legible en el papel
amarillento, está firmada por cuatro partidos de izquierda, y es un
testimonio de moral revolucionaria y compromiso de lucha que la asamblea
de los ex prisioneros adoptó el mismo día como “Declaración de
Chacabuco” en el teatro de la antigua oficina salitrera.
El
mensaje conserva plena vigencia. A continuación el texto completo y el
registro audiovisual de su lectura a viva voz, por uno de sus
redactores, minutos después de la excavación, realizado por el equipo de
HispanTV en Chile:
A la caída del Gobierno Popular
encabezado por Salvador Allende, se instaura en Chile una feroz
dictadura que estremeció al mundo por su crueldad y terror. Miles fueron
los muertos a lo largo del país; otros tantos los desaparecidos.
Asimismo
llenaron las cárceles y los campos de concentración más de diez mil
presos políticos. Sólo por este campo pasaron 1.284 escogidos dirigentes
de izquierda, incluyendo jóvenes menores de edad y ancianos en extremo.
Vivieron y sufrieron aquí hombres de diferentes regiones del país. De
Copiapó, Antofagasta, Valparaíso, Santiago, Colchagua, O’Higgins,
Linares, Chillán, Biobío, Concepción, Arauco, Osorno llegaron a este
desolado lugar, símbolo de la explotación de los obreros del salitre.
Obreros, campesinos, empleados, intelectuales, profesionales y
estudiantes que se distinguieron por su alta moral, y solidez en sus
principios.
La soledad de la pampa cobró vida con la activa
creatividad de los artesanos y artistas que nacían al amparo de la
soledad de los días de cautiverio. Memorables fueron los shows que
alegraron domingo a domingo los días de cautiverio. Nadie olvidará la
chingana, la fogata, las obras teatrales, el circo, la fecunda actividad
de los talleres artesanales, sus variadas exposiciones de cobre,
madera, telar, onyx, como tampoco nadie olvidará las torres, con sus
uniformados y fusiles apuntando a la alambrada, las odiosas formaciones a
pleno sol o al frío de la noche, los allanamientos, el pillaje, la
canción nacional y su agregado irónico, nuestros nobles… Como tampoco
nadie podrá olvidar el escuálido rancho, las migajas de pan, la rosca y
sus derivados, las úlceras y neurosis.
Pero todo se superaba con
dignidad y moral. Se organizaron por casa, pabellón y campo, en todo
unidos. El Consejo de Ancianos, que era la máxima organización, creó
servicios públicos para los detenidos, tales como el bienestar, el
policlínico, la escuela, la biblioteca, la asociación deportiva,
departamento de aseo, administración, cooperativa artesanal, etcétera.
Son
acontecimientos memorables para cada uno: en homenaje a la memoria de
los compañeros mártires, el digno minuto de silencio el día 11 de
septiembre de 1974; la lealtad y nobleza de los compañeros que viajaron
miles de kilómetros; el fusilamiento de los perros llegados al campo;
las misteriosas explosiones de las minas que rodeaban el campo; los días
sin agua.
Aunque permanecieron sólo en este lugar más de un año,
nadie se consideró más o menos libre que el resto de sus hermanos de la
calle, pues era la patria una inmensa cárcel. El compromiso con la
libertad tampoco fue un anhelo individual, sino un compromiso de combate
junto al pueblo.
Hasta ellos llega el aliento constante,
creciente, de la solidaridad de los trabajadores del mundo y sus
vanguardias políticas, y de los países y pueblos democráticos y
organizaciones internacionales, por medio de la voz amiga y hermana de
Radio Moscú, Habana, Progreso, Berlín, etc.
Hoy, al ser
(ilegible) y otros campos de concentración, se marchan con la convicción
inevitable del triunfo de la revolución socialista para días no
lejanos. Compañeros, en sus mentes está presente la necesidad de la
victoria inevitable. Necesitamos sólo una victoria: la final.
Partido Comunista de Chile
Partido Socialista de Chile
Movimiento de Izquierda Revolucionaria
Movimiento de Acción Popular Unitaria
Chacabuco, Octubre de 1974
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