Manifestaciones
simultáneas en 17 ciudades de Portugal, 42 del Estado español, 25 de
Francia y algunas más en Italia, Irlanda, Grecia, Alemania, Austria,
Reino Unido, Chipre, Croacia y Holanda. El lema “Pueblos unidos contra la troika”
ha conseguido aglutinar al mayor número de ciudades que se recuerda
desde el inicio del giro hacia las políticas de austeridad en la Unión
Europea. ¿Y de dónde sale esto, cómo lo han conseguido?
El 26 de abril, un día después de las marchas que rememoraban la Revolución de los Claveles, miembros de la plataforma Que se lixe a Troika se reunían en Lisboa con activistas de varios países.
A la vez, realizaban una rueda de prensa en la que ya se anunciaba la
convocatoria europea del 1 de junio. Marea Ciudadana, el colectivo que
reunió a miles de personas “contra los recortes y por una verdadera
democracia” el 23 de febrero en todo el Estado español, había decidido rápidamente unirse. En pocas semanas, gracias a contactos por email y viajes de los portugueses, la lista de ciudades del 1J se ha alargado hasta superar las cien.
La Marea Ciudadana sí se organizan con asambleas y listas de correo abiertas. Su origen está en diciembre de 2012, cuando varias personas enviaron decenas de emails a listas de correo de colectivos sociales para convocar asambleas que unieran a las mareas a través de internet. Chateando se reunieron activistas de ADRY (la asociación escindida de Democracia Real Ya), PAH, asambleas de barrios, yayoflautas y mareas blanca y verde; espacios relacionados con el 15M fueron haciendo suya la convocatoria y creando nodos locales. Por el camino, llegaron adhesiones de partidos como Equo, IA, CHA e IU y de secciones de CGT y CC OO. “Al principio se debatió que entraran o no partidos políticos y sindicatos”, recuerda Silvia Pineda, que participa desde entonces, recordando las reticencias previas de las asambleas 15M. Pero no se vio problema si se hace como está ocurriendo hasta ahora: “todo el mundo se adhiere de una manera igualitaria, se hace un manifiesto y una convocatoria común que no llevan firmas concretas”.
En el resto de países, el 1J se parece más al portugués: en Francia, lo promueve el Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon; en Alemania, las organizaciones que se encontraron en Blockupy Frankfurt (Antifa, Attac, el partido Die Linke, el sindicato Verdi...), que se enmarcan en la lógica de las contracumbres y los foros sociales antiglobalización. En Italia, el intento de construir una red descentralizada se rompió en 2012, después de conflictos surgidos por el apoyo a una manifestación del sindicato mayoritario. Aunque Atenas también replica el 1J, el movimiento griego se concentrará en los días 7 y 8, en el Alter Summit donde convergerán organizaciones veteranas del altermundismo (Attac o el Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo), la Confederación Europea de Sindicatos (en la que participan casi todos los mayoritarios de cada país) y las asambleas nacidas en la plaza Syntagma, que siguen trabajando en los barrios, centradas en paliar la precariedad cotidiana. Volviendo a Marea Ciudadana, su próxima acción será a final de mes: un plebiscito en el que se preguntará, además de por los recortes y el pago de la deuda, sobre reformas constitucionales para aumentar la participación democrática.
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El 99% y las izquierdas organizadas
Que se lixe a Troika se dio a conocer con la manifestación multitudinaria del 15 de septiembre de 2012, a la que han seguido otras. Coincidiendo con un día de movilización ibérica (en Madrid convocaba la Cumbre Social de CC OO y UGT), tomaba el relevo de la Plataforma 15 de Outubro, que había dinamizado el ciclo de movilizaciones que corrió en paralelo a las del 15M en el país luso, desde que en mayo de 2011 hubiera acampadas en cinco ciudades hasta el Mayo Global de 2012. Ahora, sólo sigue activa la asamblea de Indignados Lisboa y tres más en barrios de esa capital. En palabras de Francisco Norega, que participaba en la Assembleia Popular de Coimbra, "el movimiento está sirviendo a la agenda política de los partidos de izquierda, particularmente del Bloco de Esquerda". Que se lixe a Troika, plataforma compuesta por unas cien personas que se reúnen a puerta cerrada, se centra en pedir la dimisión del primer ministro, el socialdemócrata Passos Coelho. Norega lamenta que “no hay voluntad para crear asambleas abiertas, en las que expresarse y organizarse” y que la reivindicación de más democracia ha desaparecido del discurso.La Marea Ciudadana sí se organizan con asambleas y listas de correo abiertas. Su origen está en diciembre de 2012, cuando varias personas enviaron decenas de emails a listas de correo de colectivos sociales para convocar asambleas que unieran a las mareas a través de internet. Chateando se reunieron activistas de ADRY (la asociación escindida de Democracia Real Ya), PAH, asambleas de barrios, yayoflautas y mareas blanca y verde; espacios relacionados con el 15M fueron haciendo suya la convocatoria y creando nodos locales. Por el camino, llegaron adhesiones de partidos como Equo, IA, CHA e IU y de secciones de CGT y CC OO. “Al principio se debatió que entraran o no partidos políticos y sindicatos”, recuerda Silvia Pineda, que participa desde entonces, recordando las reticencias previas de las asambleas 15M. Pero no se vio problema si se hace como está ocurriendo hasta ahora: “todo el mundo se adhiere de una manera igualitaria, se hace un manifiesto y una convocatoria común que no llevan firmas concretas”.
En el resto de países, el 1J se parece más al portugués: en Francia, lo promueve el Frente de Izquierda de Jean-Luc Mélenchon; en Alemania, las organizaciones que se encontraron en Blockupy Frankfurt (Antifa, Attac, el partido Die Linke, el sindicato Verdi...), que se enmarcan en la lógica de las contracumbres y los foros sociales antiglobalización. En Italia, el intento de construir una red descentralizada se rompió en 2012, después de conflictos surgidos por el apoyo a una manifestación del sindicato mayoritario. Aunque Atenas también replica el 1J, el movimiento griego se concentrará en los días 7 y 8, en el Alter Summit donde convergerán organizaciones veteranas del altermundismo (Attac o el Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo), la Confederación Europea de Sindicatos (en la que participan casi todos los mayoritarios de cada país) y las asambleas nacidas en la plaza Syntagma, que siguen trabajando en los barrios, centradas en paliar la precariedad cotidiana. Volviendo a Marea Ciudadana, su próxima acción será a final de mes: un plebiscito en el que se preguntará, además de por los recortes y el pago de la deuda, sobre reformas constitucionales para aumentar la participación democrática.
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