Artículo Original: Svobodnaya Pressa
Es llamativo el boom de “profesionales” del campo del derecho histórico que se ha producido en el territorio de la antigua Unión Soviética. Poetas, libreros e ingenieros de ayer se han convertido en masa en especialistas del campo de la ley. Reconvertidos en “expertos”, decidieron que ni el Imperio Ruso ni la Unión Soviética tenían sistemas legales establecidos.
Recientemente, el Parlamento ucraniano 
registró la propuesta de ley Número 4650 “Sobre las enmiendas a la ley 
de Ucrania sobre la “sucesión” de la abolición de la legislación de la 
Unión Soviética en el territorio de Ucrania”. La nota explicativa 
apuntaba que la legislación de la Unión Soviética “no estaba 
sistematizada”, lo que supone que los diputados siguen esa corriente y 
las leyes del periodo soviético que han sobrevivido deben ser abolidas.
¿Y de quién es la propuesta? Presentaron y
 defendieron esta ley tan poco convencional la periodista y ahora 
vicepresidenta del Parlamento, Irina Gerashenko; la bibliotecaria, 
después poeta, famosa en Ucrania por sus alusiones eróticas, y ahora 
diputada, María Matios y la emprendedora Oxana Prodan.
Estas “expertas” en representación del bloque chocolatero
 decidieron que debía ser posible acabar de un plumazo con toda la 
legislación de tiempos soviéticos que sigue en vigencia en Ucrania.
El resultado es que la legislación de 
vivienda, que garantiza a los ciudadanos ucranianos el derecho a una 
vivienda, podrá ser eliminada.
La legislación laboral dejará de estar 
vigente, por lo que los ucranianos quedarán indefensos en sus relaciones
 laborales (incluyendo la eliminación de las garantías de tener un 
trabajo remunerado).
La ley de apoyo al sector agrícola y apoyo social al mundo rural será cancelada.
Los veteranos de Chernóbil y personas discapacitadas perderán sus beneficios.
La legislación que garantiza la gratuidad de la educación será cancelada.
Las normas de defensa del medio ambiente y protección al consumidor dejarán de funcionar.
La legislación social prácticamente desaparecerá, ya que Ucrania la heredó de la Unión Soviética.
Euromaidan gritaba por la justicia, 
igualdad, libertad y dignidad, pero ahora, apuntando a la Unión 
Soviética, han comenzado a destruir a una nación entera. Abolir la 
protección social equivale a destruir la economía, privando así a la 
población de las posibilidades de existir. Y empuja a los ucranianos a 
elegir entre huir a otro país o morir.
Si al menos pudieran leer lo que han 
escrito… De las notas explicativas que acompañan a la propuesta de ley 
se desprende que la legislación soviética debe ser abolida porque…no hay
 acceso libre a ella en forma electrónica. ¿Se darán cuenta los autores 
de esta ley de que eso es aún más ridículo? Al fin y al cabo, cualquier 
niño de colegio sabe que Internet apareció después de que Ucrania se 
independizara de la Unión Soviética.
Pero la estupidez de quienes han 
presentado esta ley no acaba ahí. Al destruir el marco legal de la Unión
 Soviética, ni siquiera tratan de esconder la decisión de revisar la ley
 de Ucrania “Sobre la Sucesión”, adoptada por el Parlamento en 
septiembre de 1991. Según dicho documento, Ucrania fue proclamada 
sucesora de la República Socialista Soviética de Ucrania.
Según esa definición, la base legal de la
 soberanía de la Ucrania independiente difiere de la de otras repúblicas
 exsoviéticas que hoy también buscan la integración con Occidente, ya 
que todas ellas se proclamaron sucesoras de formaciones estatales 
anteriores a la Unión Soviética. Letonia, Lituania y Estonia se 
declararon herederas de las dictaduras semifascistas de la década de 
1930. Georgia se declaró sucesora de la República Menchevique de 1918. 
El caso de Moldavia tiene un origen histórico mucho anterior. Moldavia 
se dice sucesora del Principado de Moldavia del siglo XVIII.
Al contrario que otros estados 
post-soviéticos, la historia de Ucrania no ha existido separada de 
Rusia. Por ejemplo, la República Nacional de Ucrania de Simon Petliura 
no fue legalmente reconocida por ningún Estado. Y el Hetmanato del siglo
 XVII o el “imperio” de Skoropadsky del siglo XX fueron parte de Rusia. 
Por eso, proclamar a Ucrania sucesora de cualquier otra formación 
excepto la República Socialista Soviética de Ucrania era en 1991 algo 
tan absurdo como autodestructivo.
Pero a los actuales líderes de Ucrania 
nada de esto importa. En su habitual estupidez y arrogancia, han 
comenzado a eliminar Ucrania. El primer paso es invalidar la ley “Sobre 
la Sucesión” de la República Socialista Soviética de Ucrania. No es 
suficiente que eso pueda dar lugar a reclamaciones –de Rusia, por 
ejemplo- sino que además, ellos mismos, con sus actos, deslegitimarán la
 existencia de su propio país.
Pero las cosas no existen en el vacío. O 
el Estado colapsará o reaparecerá el reconocimiento legal y la relación 
histórica con Rusia y otras repúblicas de la antigua Unión Soviética. 
Especialmente porque hoy en día hay muchos ciudadanos de Ucrania con 
capacidad de crear oposición.
Y antes o después se organizarán y expresarán su postura.
 
 

 
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