El Gran Octubre de 1917 y los posteriores acontecimientos históricos han
 avalado la corrección de la teoría marxista-leninista relativa a la 
inevitabilidad del derrocamiento revolucionario de la dictadura de la 
clase burguesa y el establecimiento de la dictadura de proletariado, 
contemplando su victoria en la lucha de clases contra el capital y la 
exitosa construcción y desarrollo del socialismo como primera fase del 
comunismo, con el objetivo de lograr erradicar por completo la división 
de la sociedad en clases, la salvaguarda de la completa prosperidad y el
 libre desarrollo multifacético de todos los miembros de la sociedad. La
 lucha por las reformas sociales en el marco del capitalismo y la lucha 
parlamentaria son formas subordinadas de lucha de clases para el 
establecimiento revolucionario de la dictadura del proletariado y por sí
 mismas no llevarán a cambios en el sistema socio.-económico.
La vía al socialismo, que la Comuna de París fue la primera en 
seguir, es una vía pionera. La teoría del comunismo científico y la 
práctica de la construcción y desarrollo del socialismo en el siglo XX 
han demostrado recurrentemente que el poder que se establece tras la 
victoria de la revolución socialista no puede en esencia ser otra cosa 
que la dictadura del proletariado, de la clase obrera. La dictadura del 
proletariado es la esencia del estado socialista. Su forma, como la 
experiencia de la construcción, desarrollo y derrota temporal del 
socialismo en la URSS ha demostrado, no es la democracia parlamentaria 
sino la democracia soviética, en la que las unidades electorales básicas
 no son áreas geográficas sino las fábricas. Esto salvaguarda los 
estrechos lazos del estado con las masas obreras, la facilidad y la 
aplicación práctica de la revocación por los trabajadores de los 
empleados públicos que no colman sus expectativas.
El poder obrero o socialista, independientemente de cómo se llamen los 
órganos de poder, está formado por colectivos de obreros y no sobre una 
base geográfica, y es la forma organizativa de la dictadura del 
proletariado. Como los soviets en la URSS, las formas futuras de 
organización del poder obrero expresarán la dictadura del proletariado 
porque su formación y su trabajo se basarán en la realidad objetiva, en 
la organización de los trabajadores en el proceso de producción social. 
Estos órganos de poder, que son elegidos por los colectivos obreros, 
funcionan como una red unificada y garantizan el carácter del estado 
como un estado de la clase obrera, el control del mantenimiento 
de su carácter de clase en nombre de la clase obrera, de los 
trabajadores. La formación de órganos de poder socialista fuera de los 
colectivos obreros, independientemente de su nombre, resulta en formas 
temporales e inestables como demuestra la misma experiencia de la Unión 
Soviética, que a mediados de los años 30 procedió a la elección de los 
órganos sobre una base geográfica.
La experiencia de la URSS demostró el papel irreemplazable de la 
vanguardia revolucionaria del partido de la clase obrera como fuerza 
dirigente en la construcción y el desarrollo de la nueva sociedad. La teoría leninista sobre el partido
 mantiene intacta su significancia. La experiencia ha confirmado la 
posición leninista de que no puede haber ningún movimiento 
revolucionario sin un partido revolucionario. Tal partido fue el partido
 bolchevique, el partido de Lenin. Muchos problemas fundamentales y 
particularmente serios, que ningún país capitalista puede resolver 
completamente, fueron resueltos en la URSS bajo su dirección. Esto fue 
confirmado con la experiencia de los partidos hermanos de los países de 
la comunidad socialista. En particular, resolvieron el problema del 
pleno empleo, garantizaron la educación gratuita, la atención médica, la
 utilización de los logros de la ciencia y la cultura. En la URSS la 
vivienda, las instalaciones públicas, el transporte, etc., eran casi 
gratuitos. No sólo se satisfacían las necesidades básicas materiales y 
mentales de todos los miembros de la sociedad, sino que también se 
crearon las condiciones para el desarrollo multifacético y el 
perfeccionamiento de la personalidad humana. Ningún país capitalista 
ofrece tanta seguridad al pueblo como lo hizo la Unión Soviética 
socialista.
Además, la experiencia de la URSS demostró convincentemente que la base 
económica de la concreción, fortalecimiento y desarrollo del poder 
soviético como forma organizativa de la dictadura del proletariado es la
 propiedad social de los medios de producción, la producción social 
directa planificada y organizada, la producción de valores de uso con el
 objetivo de garantizar la plena prosperidad y el libre desarrollo 
multifacético de todos los miembros de la sociedad.
El objetivo de la producción socialista no es incrementar el valor de sí
 misma, ni el de la plusvalía, sino garantizar la prosperidad y el 
desarrollo multifacético de todos los miembros de la sociedad. La 
renuncia a este objetivo, la orientación de mercado, lleva a la 
disolución del socialismo ya que, según los principios, la economía de 
mercado basada en las mercancías no puede servir como base económica de 
la dictadura del proletariado. La economía universal basada en las 
mercancías es el capitalismo, la base de la dictadura de la burguesía.
La necesidad de la clase obrera de un estado se determina por la 
necesidad de oprimir a sus enemigos de clase y organizar las nuevas 
relaciones de producción. Por esta razón el estado socialista, según 
Lenin, ya es un semi-estado que tiene que luchar contra la actitud 
pequeño-burguesa del resto de fuerzas y tradiciones de la sociedad 
burguesa. El estado obrero sólo desaparecerá cuando las metas finales de
 los comunistas se alcancen: con la completa erradicación de las clases 
en el curso del desarrollo socialista, con el desarrollo del socialismo 
en pleno comunismo, con la erradicación de la amenaza de agresión por el
 capitalismo, no desde dentro del país, sino también desde fuera.
La mutación política e ideológica de los más altos órganos del partido y
 del estado llevó a la revisión del marxismo-leninismo en el 20 Congreso
 del PCUS y luego en el 22 Congreso. El PCUS renunció al elemento 
fundamental del marxismo, la dictadura del proletariado, y proclamó el “estado de todo el pueblo”, que evolucionó hacia el denominado concepto de socialismo desarrollado y la política de la “perestroika”.
 La renuncia principalmente de los principios básicos del comunismo en 
la teoría y en la práctica llevó a la contrarrevolución y, con el apoyo 
del imperialismo internacional, al derrocamiento del socialismo en la 
Unión Soviética, a su disolución y a la restauración del capitalismo en 
los estados que se formaron en su territorio.
No obstante, el rumbo de la historia puede ser revertido en uno u otro 
país, pero no puede detenerse. El carácter social de la producción, que 
se profundiza y fortalece constantemente, está en grave contradicción 
con la apropiación privada capitalista. Como resultado de esta 
contradicción, todas las contradicciones económicas y políticas del 
capitalismo se están agudizando. Por esta razón, los comunistas 
declaramos sólidamente que la revolución no puede detenerse. ¡A la contrarrevolución le seguirá la revolución!
La agresividad imperialista está siendo fortalecida por la agudización 
de las contradicciones imperialistas por el control de los recursos 
naturales y las rutas de transporte de energía. La burguesía de cada 
país busca reforzar su posición e intensifica el ataque contra la clase 
obrera y los sectores populares pobres. Sus armas ideológicas son las 
teorías neoliberales y socialdemócratas del pacto social, la 
colaboración de clases, la paz social y el agotamiento de las 
posibilidades para la realización de la revolución. Este arsenal se ve 
complementado por el revisionismo y el oportunismo, que se han 
desarrollado en el movimiento comunista internacional.
Pero la humanidad no se puede desarrollar ni hacer progresos sobre la 
base de la producción que se basa en la propiedad privada. Las vidas y 
el desarrollo del pueblo no pueden restringirse por la escala de la 
propiedad o el deseo de un grupo de gente por ser dominante, por hacer 
de los otros sus siervos. Los comunistas declaramos lo siguiente a todo 
el mundo, en respuesta a la consigna burguesa sobre la “democracia 
global”: Sólo la lucha contra el imperialismo en la perspectiva de la 
construcción del socialismo y su pleno desarrollo en comunismo, sólo el 
rumbo que se inició por la Gran Revolución Socialista de Octubre, es el 
camino que llevará a la humanidad a la abolición de la explotación del hombre por el hombre, a la satisfacción de las necesidades actuales de las personas.
La reorganización del movimiento comunista internacional, la 
salida de la actual situación de crisis y retirada, la formación de una 
estrategia unificada sobre la base del marxismo-leninismo y del 
internacionalismo proletario son una tarea inmediata, cuya resolución es
 una exigencia de las actuales condiciones de lucha contra la unión 
global del capital. La lucha internacional antiimperialista y contra la 
guerra es importante para el movimiento comunista hoy. Al mismo tiempo, 
una de las tareas básicas es la lucha implacable contra el oportunismo y
 el revisionismo en todas sus formas, que constituyen el principal 
peligro para el movimiento comunista.
Las revoluciones no tienen límites, no se llevan a cabo según la 
voluntad de los líderes y los partidos, sino que expresan la tendencia 
superior de toda clase progresista de que las gentes oprimidas y 
explotadas se beneficien de los productos de su trabajo, del desarrollo 
de las fuerzas productivas de la sociedad, la creación de valores 
intelectuales y materiales para todos.
¡Las grandes ideas y obra del Gran Octubre deben pervivir durante siglos!
¡Trabajadores y gentes explotadas y oprimidas, levantaos y luchad!
¡Viva la Revolución Socialista!
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Firmado por los siguientes partidos:
PC de Azerbaiyán
PC de Grecia (KKE)
PC Obrero Húngaro
Partido Socialista de Letonia
PC de México
PC Obrero Ruso – Partido Revolucionario de los Comunistas
PC de la Unión Soviética
PC de los Pueblos de España (PCPE)
PC Sirio
PC de Tayikistán
Unión de Comunistas de Ucrania
 

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